🌌 Capítulo V. ¿Es un ángel? 🌋

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Observé con más detenimiento la figura que había aparecido bajo ese arco de piedra, ¿es un ángel?, no, no lo es, aunque muy similar, sus alas no tienen plumas, son lisas, una mezcla entre las alas de mariposa y las de un ángel, son dos alas grandes, blancas, lisas y levemente transparentes; la persona que allí se encontraba era etérea, como no, si era imposible que fuese real, ¿acaso estaba soñando? ¿me había quedado dormida en la piscina? ¿o en casa, esperando por mi madre? ¿esto era real? ¿por qué no logro despertarme?.

Y aunque todos estos pensamientos no paraban de arremolinarse en mi mente, me permití un momento para observar a aquel extraño e irreal hombre, además de esas extrañas y a la vez hermosas alas, el resto de él no dejaba de ser igual de extraordinario, vestía, al igual que los hombres que me había traído hasta aquí, una especie de uniforme militar, pero completamente blanco, acompañado de una especie de chaleco rígido, con protección en el pecho y algunas partes del brazo; en su cinturón portaba... ¿una espada? a un lado y al otro ¿flechas de arco? ¿pero, de qué película había salido?. Mi mirada seguió recorriendo a ese extraño, para luego fijarme en su rostro y, por un segundo, mi corazón dejó de latir, la leve brisa que corría en aquel lago, entre el bosque, hacía que su media melena rubia se moviese con el viento, reflejando en ella los rayos del sol, al igual que pasaba con su rostro, juraría que llevaba el océano dentro de esos ojos azules. Mi mirada se posó luego en sus labios, finos, al igual que su nariz y su mandíbula, no esbozaban sonrisa alguna y , sin embargo, habían hecho que mi corazón pasase de dejar de latir a comenzar a golpear fuerte en mi pecho, esta es la confirmación, si estoy soñando, es imposible que exista en el mundo tal belleza, no miento si juro que es imposible, tan solo mi mente podría elaborar a un hombre así, solo juntando las partes más hermosas de 500 hombres podría surgir él. De acuerdo, estoy soñando con un ángel.

Cuando me doy cuenta, está arrodillado ante mi:

- Princesa - dice agachando su cabeza - es un honor recibirla.

Bien, chica, basta de tonterías, es hora de despertar. Comienzo a pellizcarme, mientras todos me miran extrañados, mierda, no me estoy despertando. Esto no es real, no puede ser real.

- Por favor, no se haga daño, comprendo que esto puede ser difícil de creer pero le aseguro que no está soñando, se lo explicaremos todo muy pronto pero debe venir con nosotros.

- ¿Qué? NO - contesto nerviosa y gritando, mientras intento alejarme - mira, si esto realmente no es un sueño ni una alucinación, no pienso irme con vosotros a ningún sitio. Vosotros - dije señalando a los cuatro hombres - no sé de que película os habéis escapado con esa ropa, además, ¿qué cojones ha pasado en mi casa? habéis hecho no sé que con mi madre, que me había llamado histérica para que fuese a casa y luego aparecéis vostros y hacéis aparecer unas ¿alas? en su espalda y.., ag, es que ni siquiera lo entiendo, en serio ¿que coño ha pasado? y luego me traéis aquí y aparece este ¿qué eres? ¿un dios o algo así? - digo señalándolo - mira, no importa, no quiero saber nada de esto, de acuerdo, me voy a largar y hacer como que no he visto nada, dejadme en paz.
Comienzo a irme, rezando porque mi discurso haya servido de algo cuando, de repente, desde el cielo, aparece delante de mí.

- Lo lamento, princesa, pero no podemos dejar que se vaya - hace una pausa - no de nuevo.

Se acerca a mí. Es ahora o nunca, tienes que zafarte de estos locos. Respiro profundamente y suelto una patada en el abdomen del hombre que está frente a mí. No contaba con ella y mi pie va de pleno en su estómago, retrocede levemente y yo aprovecho para salir corriendo. No doy ni cuatro zancadas cuando vuelve a aparecer delante de mi, esta vez, sus pies no tocan el suelo, aunque están cerca, permanece moviendo sus alas en el aire.

Veo que está sonriendo.

- Debo decir que no me esperaba esto - comenta mientras toca la zona en la que unos segundos atrás estaba mi pie - No sé si el consejo aceptará a una reina así - dice riendo dirigiéndose a los otros cuatro hombres que nos han estado observando - pero para nosotros es un honor tener a una reina luchadora y valiente - dice, dirigiéndose esta vez a mi, mirándome a los ojos.

Mientras, yo estoy buscando algo en el suelo con lo que defenderme, cuando, justo en ese momento, veo una rama bastante decente en tamaño y consistencia. Él sigue mi mirada antes de que yo siquiera pueda moverme, al notar que conoce mis intenciones, me dispongo a correr hacia ella.

- Lo siento, pero otra vez no - dice mientras hace un movimiento con la mano y un fuerte viento arroja la rama hacia la profundidad del lago.

Me quedo boquiabierta, ¿qué diablos ha sido eso?

El hombre vuelve a posarse en frente a mí.

- De veras lo siento, princesa, pero debemos irnos - dice a la vez que deja caer un líquido gris en mi hombro.

En ese momento, mi visión se empieza a nublar, comienzo a oír distorsionado y, cuando creo que me voy a caer, unos brazos me rodean y me elevan del suelo. Creo que logro distinguir ese rostro angelical, cerca del mío, mirándome, mientras nos elevamos en el cielo, bajamos hacia el puente y nos acercamos al arco de piedra en el centro del puente. Mis párpados pesan, mis ojos se cierran y me quedo dormida.

Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora