Capitulo. 17

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¿Celos?

Thomas

Se encontraba recostado en su cama mirando el techo, era lunes y las clases habían acabado por hoy pero le habían dejado más que aburrido, no tuvo el valor de hablarle a Marie, ni siquiera contarles de lo sucedido a Fred o Xavier cosa que lo carcomía por dentro.

No sabía que le pasaba. Su forma de ver a Marie estaba cambiando más de lo que quisiera aceptar. Ya no la veía como a una rival que odiaba, y eso sin duda comenzaba a asustarlo. No podía preguntarle a Fred o Xavier porque estaba seguro que estos no lo ayudarían, ni hablar de intentarlo con Jazz o Dezz pues seguramente le contarían a Marie... Solo le quedaban sus padres y eso ni pensarlo.

Harto de que sus pensamiento tomarán posesión de toda su energía, como últimamente estaba ocurriendo... Se levanto de la cama y tomo lápiz y papel, sino podía desahogarse con sus amigos, lo haría con la música. Después de todo era algo que siempre le ayudaba.

Escribir una canción en un día no era nada fácil, pero tenía tantos sentimientos revoloteando  dentro de si que luego de un rato logro plasmarlos en el papel consiguiendo una canción bastante buena.

Sin embargo seguía frustrado pues no le habia ayudado a quitar esos pensamientos, por el contrario los había intensificado.

Harto de pensar en ella se acercó a la ventana para observar la calle y distraerse con los transeúntes que pasarán, pero el destino simplemente parecía odiarlo pues nada más y nada menos que Marie paso frente a su casa. Seguramente iría a ese escondite en el callejón.

¡Entonces se le ocurrió! Si alguien conocía a Marie bien, a parte de sus amigos y sus padres, eran esos chicos y tal vez lograría dar con alguien que le ayudará a comprender porque la pelirroja estaba causando estragos en sus sentimientos.

A paso veloz se cambio de ropa y bajo las escaleras, no quería encontrarse con Marie así que era bueno que la chica le llevará ventaja.

Un fuerte ruido lo saco de sus pensamientos y pronto escucho a su madre chillar, Thomas se asomo a la cocina y no le sorprendió ver cómo sus padres luchaban contra la cena...

- ¡Yo quiero pizza! - Anuncio antes de dirigirse a la salida. No quería que la cena se lo terminara comiendo también.

Escucho a su padre reír mientras su madre se quejaba una y otra vez, pero está vez no se detuvo. Tenía que llegar al escondite.

[...]

Tanto fue su desespero por encontrar a alguien que despejará su mente que terminó alcanzando a Marie. Afortunadamente la pelirroja no lo vio y tras esperar unos minutos a qué ella desapareciera en el callejón decidió entrar finalmente, se acerco a la pared y toco donde días antes había visto a Marie hacerlo.

- ¿Una clave?

Ante el apareció una especie de holograma de una megáfono no dijo nada pues no conocía la contraseña, pensó que tendría más suerte. Pero luego de unos segundo se escucho una voz.

- ¿Quien eres? - Pregunto alguien al otro lado.

- Thomas... - Murmuró y tras dudar unos segundos continuo. - Soy amigo de Marie.

Vaya mentira, no era su amigo desde los doce años.

- ¡Hola Thomas!. - La pequeña puerta de la pared volvio a abrirse y Frank apareció ante él con una sonrisa.

- ¿Vines por ella? - Pregunto dejándole pasar.

- ¡No! - Salto casi al instante. ¡Que tonto! No podía ser más obvio. - Quiero decir... Que en realidad prefiero que no me vea.

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