Capitulo. 23

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Perdidos en el bosque

Thomas

Sus ojos se cerraban una y otra vez sin poder evitarlo, se encontraba cansado y con sueño ya que en lugar de dormir un poco en el camino como acostumbraba Xavier y Fred no le permitieron cerrar los ojos ni un segundo hablando de cuanta cosa había. Sus amigos sin duda estaban muy emocionados por el viaje pues a diferencia de Marie y él los hermanos no iban mucho a esos viajes. Sin embargo no podía echarles toda la culpa pues otra cosa se mantenía dando vueltas en su cabeza...

Marie no dejaba de comportarse de forma extraña. Bueno, la pelirroja siempre había actuado de forma particular respecto a él, pero está vez era diferente... Mientras más lo pensaba más seguro estaba de que el cambio en su actitud se dió luego de que le gritara y culpara en la casa.

Era una locura como ahora que estaba seguro desús sentimientos sobre analizaba cada situación que en todos esos años vio como normales, tan solo esperando, deseando de algún modo que Marie le diera un indicio de sentir algo más que una enemestidad por él.

Ese abrazo... Era irónico como antes ni siquiera se detenía a fijarse en como olía el cabello de Marie, como sonaba su voz o como se sentiría su calor, y ahora no dejaba de sentir un molesto vacio, extrañaba ese silencio reconfortante en que se habían quedado, extrañaba la sensación agradable de sus brazos rodeandole.

Asustado de si mismo sacudió la cabeza intentando disipar esos pensamiento, pero fue en vano. Su leve enamoriento por Marie se había convertido rápidamente en amor, verdadero amor como el que no había sentido nunca.

Y aunque tal vez ella no sintiese lo mismo era feliz con saber que su relación mejoraba lentamente, ahora no le hacía bromas pesadas al contrario se llevaban mucho mejor que antes y aunque eso lo alegraba tambien le daba mucha intriga.

Decido a enfocar su cabeza en otra cosa antes de que sus pensamientos lo volvieran loco, bajo del auto intentando buscar algo que hacer pero entonces la pelirroja captó su atención y antes de darse cuenta sus pies se movieron por si solos siguiéndola. Sabía que sus amigos tenían... Cosas pendientes con las chicas así que pensó que tal vez sería la oportunidad perfecta para averiguar el por qué de su comportamiento.

— Hola Marie. — Saludo pero al verla dar un pequeño salto asustadizo como si fuera una niña pequeña no pudo evitar soltar una carcajada divertido mientras ella intentaba recomponerse del susto.

— Hola Thomas. — Soltó en un jadeo ignorando su cómica reacción.

Marie lo observó esperando que hiciese algo o hablara pero a decir verdad él no sabía que hacer. Simplemente había caminado hasta ella sin siquiera pensar en que decirle. Para no quedar como tonto opto por sentarse junto a ella y noto que la chica jugaba en su celular a algún juego extraño para él, bueno al menos eso le daba tema de conversación por suerte.

— ¿Que juegas? — Pregunto intentando ocultar su nerviosismo.

— ¿Ah? — Murmuró ella totalmente confundida. Parecía igual de perdida que Thomas, pero luego de unos segundos logro recobrar sus cinco sentidos.— Ah ¿Esto? se llama Cooking Mama

— No es un poco infantil para ti — Se burló, tal vez picarla no fuese buena idea pero la única forma en que sabía tratarla desde hace años.

— ¡Oh vamos! Thomas no empieces — Se quejo hastiada, pero su actuación se rompió en cuanto una leve sonrisa iluminó su rostro eliminando todo rastro de su fingido enojo. — Está bien, si puede que sea algo infantil pero es el único en mi celular que funciona sin internet.

— Está bien, está bien.

Vaya... Otra vez sin tema de conversación ¡No sabía que hacer! Tenia que averiguar por que Marie se comportaba así o si no podría ni dormir esa noche. Pero no sabía por dónde empezar y no quería complicar las cosas.

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