Capitulo. 25

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¡¿Qué hice?!

Thomas

Marie finalmente bajo del árbol, sin embargo tenia una cara de frustración que no le gustaba nada...

— ¿Que paso? ¿Lograste llamar? — Pregunto en cuanto la chica tocó el suelo.

— Si. Pero mi celular se quedó sin batería... Bueno al menos nos comenzaran a buscar — Murmuro ella antes de dejarse caer al suelo apoyada en el árbol como hace unos minutos.

Bueno, ya no tenían más alternativa que esperar... Resignado se sentó a su lado, por un segundo creyó captar una leve mirada por parte de Marie, parecía algo incomoda... Pero seguramente era su imaginación. Ella desvió la mirada y se cubrió con su brazo ignorandolo.

Un enorme silencio de formó entre ambos pues ella no parecía querer hablar y el realmente no sabía que decir, estaba horriblemente confundido ¿Por qué había huido? ¿Por qué se comportaba así? ¿Acaso estaba enojada con él? Sin duda se comportaba extraño y eso no hacía más que aumentar sus dudas, quería preguntarles tantas cosas...

— ¡Agh! ¿Cuánto tiempo llevamos ya aquí? — Se quejo la chica. Afortunadamente para él Marie rompió el silencio en que se encontraban.

— Bueno no lo se pero pronto se hará de noche. — Murmuró. Pero al ver que la chica se enfurruñaba más decidió darle esperanzas. — Pero, conociendo a nuestros padres se que deben estar moviendo cielo y tierra para encontrarnos... Quizás en unos momentos escuchemos helicópteros.

Objetivo conseguido, la pelirroja dejo escapar una leve sonrisa mientras miraba al cielo tal vez en busca de esos helicópteros.

— Espero que nos encuentren pronto. ¡Muero por una hamburguesa! — Chillo ella con una ligera sonrisa.

— Y que lo digas, yo tambien tengo hambre... — Podía continuar la conversación de cualquier forma, pero realmente necesitaba saber. — Marie ¿Te puedo preguntar algo?

— Depende. — Susurro ella aún divertida por su broma anterior.

— ¿Por qué huiste de mi así? — Su voz apenas y fue un susurro, temía que su reacción le demostrará que si están molesta o incómoda con él.

La pregunta la tomo por sorpresa pues en cuestión de segundos descubrió sus ojos y lo encargo, parecía confundida o tal vez enojada.

— ¿Qué? — Espeto palideciedo como una hoja.

— ¿Por qué huiste así? — Repitió el castaño con algo más de seguridad. Necesitaba saber.

Pero tal y como esperaba Marie plantó una barrera entre ambos, se levantó rápidamente en un intento de colocar distancia entre ambos.

— No tengo porqué responderte nada.

Oh no, su hostilidad ya no provocaba lo mismo en él. En otros tiempos seguramente se hubiese enfadado con ella y alejándose o incluso peleándose. Pero ahora no, ahora sabía que su actitud no era sino otro muro con el que intentaba ocultar algo. Y si pensaba que huiría de nuevo las llevaba claras.

Se levanto tan rápido que incluso creyó caer, pero afortunadamente logro tomarla de la mano justo antes de que ella comenzara a correr. Marie la darse cuenta de esto se giró hacia él en un intento por soltarse. Pero no iba a soltarla, daba igual si se enojaba, no la soltaría hasta que le respondiera.

— ¡Suéltame! — Exigió.

— ¡No! Dime Marie ¿Por qué quieres alejarte de mi? ¿Que te hice? — Pidió él, pero Marie en lugar de golpearlo huyó su mirada como un animalito atrapado.

— Suéltame Thomas...

— No Marie, por ti es que estamos aquí perdidos con hambre y deshidratados ¡Y ni siquiera se por que demonios lo hiciste! Y ahora que te pregunto quieres huir de nuevo. — Se quejo al borde de un ataque de nervios, esa chica lo sacaba de sus casillas. — Esto no es justo. Solo dime... ¿A caso te hice algo?

— No te importa ¡Suéltame!

Estaba harto de su actitud, no la soltaría ni loco. En cambio aprovecho el agarre que tenia en su muñeca y la acerco más a él, lo suficiente como para poder soltar su muñeca y pasar a sujetarla de los hombros, así no podría huir a su mirada. Ella al ver que no tenia mas escapatoria volteo su cabeza mirando a algún punto perdido en los arboles... Le exasperaba cuando se comportaba así.

— Mírame Marie — Pidió, su enojo comenzaba a dejar paso a una dolorosa punzada que lastima a su corazón. — ¿Que te hice tan malo que ni siquiera puedes mirarme...?

— Nada... — Respondió ella en un leve susurro que por suerte escucho.

— Marie... ¿Por que eres así? Solo dímelo.

— No, ni siquiera es asunto tuyo. Solo déjame en paz. —Chillo, no importan cuántas veces le preguntara seguiría evadiendolo.

Marie calló dejando un silencio amargo a su alrededor mientras intentaba safarse de su agarre sin mucho éxito. Pero no quería, no podía simplemente quedarse así ¡Se estaba volviendo loco con sus propias teorías y pensamientos!

— ¡Marie! ¡Ya dime la verdad! — Gritó preso del nerviosismo.

— ¡Porque no se si me gustas!

Grito con tanta fuerza que juraría se pudo escuchar en el campamento... Pero la fuerza de su voz no fue lo que lo impresiono si no sus palabras, simples palabras que lograron causar un avalancha de emocionaes en su interior, sus brazos calleron inertes a sus costados al tiempo en que Marie se alejaba lentamente ocultando su rostro en sus manos.

¡No podía creerlo! Eso fue todo lo que necesito para que sus emociones negativas se congelarán dejando paso a una enorme felicidad tomando valor. Su cuerpo comenzó a moverse solo y antes de darse cuenta dió un paso al frente acercándose a una muy avergonzada Marie, tomo sus finas manos en las suyas y las aparto lentamente de su rostro y antes de que ella pudiese decir cualquier cosa unió sus labios torpemente.

No era el mejor beso de la historia, pero la corriente que sacudió su cuerpo le gritaba que había hecho lo correcto, sus cálidos labios se amoldaba perfectamente a los suyos y a pesar de haberla tomado por sorpresa ella no lo aparto, subió sus manos hasta sus mejillas acunando su rostro y la sintió temblar al tiempo en que lentamente comenzó a corresponderle.

Sintió sus manos enredarse en su cuello en busca de más y se sintió flotar, su imaginación se quedaba corta ante tal suceso, el tiempo se detuvo e incluso dejo de importarle si estaban perdidos o no. Ella ocupaba toda su mente, su corazón y su alma. La amaba tal y como era, con su terquedad, sus bromas tontas, sus sonrisas y sus enojo; amaba todo de ella, incluso su mascara de rudeza detrás de la cual se encontraba esa Marie dulce y amable que todos adoraban...

En algún punto su ente recobro la cordura y debió alejarse levemente, pero no sé aparto y no lo haría nunca más. Unio su frente a la de ella aún con los ojos cerrados pues temía que al abrirlos todo hubiese sido un sueño.

— Tommy... — Le escucho susurra aquel apodo que hacia tanto no escuchaba... Y que hasta hora de dab cuenta de cuánto lo extrañaba.

— Marie... — Susurro él con la piel erizada y el enorme deseo de volver a besarla. ¡Tenía que decírselo! Necesitaba que supiera lo que sentía por ella.

Pero en cuanto abrió la boca para revelarle sus sentimientos, una luz los apunto. Aturdidos y llenos de adrenalina se separaron rápidamente encontrándose con unas Vanessa e Isabella muy felices de verlos.

Love or hateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora