Capitulo. 26

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...Te amo...

Marie

Se encontraba sentada en el asiento trasero del auto de su padre, el camino a casa estuvo lleno de silencio luego de que sus amigas se quedasen dormidas tras buscarlos por horas. Y si era sincera, era mejor así. No tenía ánimo de hablar con nadie por ahora pues su cabeza estaba completamente por el recuerdo de ese beso...

Ese beso que la dejo sin aliento y que aunque quisiera negarlo, hizo revolotear su corazón. De solo pensar en ello sentía su piel erizarse. Se toco los labios instintivamente y estos le hormiguearon, deseaba más. ¡Vaya que eso jamás lo hubiera esperado! Si sabía muy bien que Thomas la quería..  ¿Pero besarle?

Era una locura, una completa e increíble locura que hacia explotar su corazón como fuegos artificiales. No podía negar que lo disfruto...

Espera... ¿¡Que!? ¿Como que lo  disfruto?... Pero si ni siquiera sabía que sentía por Thomas. Lo admitía, era guapo, atento, buena persona, la apoyo en muchas cosas y no iba a negar que aparte era sexy y besaba muy bien, pero...

... Pero ¿Que?

Iba a enloquecer a ese paso. No pudo descansar en lo absoluto durante el viaje pues su mente se encargo de bombardearla una y otra vez con todo aquello, lo peor era que mientras mas le daba vueltas mas se enrollaba...

Logro divisar su casa a media noche, sus padres habían decidido regresar el mismo día pues el susto que se habían llevado les aguó el viaje. Cuando él auto se detuvo frente a la entrada sus amigas a duras penas se levantaron y como zombies cada uno se fue directo a la cama.  Mejor así, quería evitar cualquier conversación incómoda por el momento; sabía muy bien que su madre y su tía Vanessa los habían visto y eso solo le causaba escalofríos, por suerte en ese momento actuaron diferente a como lo hubiera esperado. Sin duda no quería conversaciones incómodas.

Pero era mas que seguro que al amanecer o en cualquier momento le haría el interrogatorio...

Se dejó caer en su cama tras quitarse de malos modos la ropa, necesitaba descansar, ya luego recogería el desorden. Abrazada a su almohada intento dormirse pero su mente no quería dejarla en paz.  ¿Como demonios se suponía que iba a dormir con ese sentimiento en su estomago y con su cabeza llena de preguntas y pensamientos?

[...]

Cinco de la madrugada, leyó en la pantalla de su celular... Como mucho logro medio dormirse una hora o dos. No podía dormir y era obvio que si no lo logro durante toda la noche, ahora menos dormiría.

Resignada se levanto si hacer ruido, Jazz y Dezz dormían de una forma incluso envidiable. Hacía frío a esas horas por lo que se puso un suéter y los primeros pantalones que pillo antes de salir de la habitacion. Tal y como esperaba la casa se encontraba en completa penumbra, todos dormían y el silencio reinaba en el lugar; sus ojos se fijaron entonces en la puerta principal. Tal vez algo de aire fresco la ayudaria.

El aire frío de finales de tono golpeo su rostro nada más salir, sus pies pronto comenzaron a moverse solos sin rumbo fijo. Caminó y caminó sin percatarse donde estaba solo pensando y pateando algunas piedras que se encontraba en el camino... Para cuando se dio cuenta ya estaba en el parque.

Era el mismo parque donde habían jugado al Paintball ambos y como si el destino quisiera molestarla pronto su mente se llenó de recuerdos ¡Es que era tonta! Era mas que obvio que Thomas sentia algo por ella en ese momento y simplemente no se dio cuenta...Y ella... Ella tambien lo quería, solo que no lo supo hasta ahora.

Estúpidos genes Flynn

Se dejó caer en una banca abrumada, que ciega había sido... E incluso ahora ni siquiera sabía cómo afrontar lo que sentía.

— H-Hola...

Nada más escuchar su voz su cuerpo entero se tenso, su cabeza giró violentamente en un intento de asegurarse de que en realidad era él y no una alucinación producto de la falta de sueño. No podía ser verdad ¿Por qué él? ¿Por qué justo ahora? Quería hablar con él sí, pero no ahora que estaba tan confundida.

— Hola... — Susurro tan bajito que tal vez el castaño ni siquiera pudo escucharla.

Thomas la miro por unos segundos, parecía querer decir algo pero en cuanto su boca se abrió ni un sonido salió de ella; podía verlo en sus ojos el tambien parecía confundido y turbado. Finalmente se sentó a su lado al tiempo en que apartaba la mirada de ella.

Que incómodo.

— Tampoco puedes dormir ¿Cierto?

Marie solo negó con la cabeza no tenia la fuerza para hablarle y que su voz no saliera cortada o muy aguda.

— Marie... — Murmuro su nombre causandole escalofríos. — Yo... De verdad no se que decir... T-Te bese y bueno no sé si eso te molesto...

Su palabras la dejaron fría. ¡No quería que pensará eso! Y antes de que pudiese si quiera asimilarlo su cuerpo actuó por si solo.

— ¡No es eso! — Chillo sin pensar. — Bueno... Quiero decir... No me molestó.

Totalmente avergonzada por su arrebato decidió callar antes de decir alguna tontería más, sin embargo sus palabras parecieron relajarlo por lo que se sentó mejor y volteo a mirarla antes de tomar levemente su rostros obligandola a mirarlo.

— Bueno... ¿Y que piensas?

¡Genial la pregunta del año!... ¿Que demonios pensaba? Ni ella misma lo sabía.

— No lo sé... — Decidió ser sincera.

— Pero no me rechazaste. — Agrego él. No quería darle esperanzas.

— Thomas... Yo no se que me pasa. Ahora se lo que siento por ti... O eso creo, pero no se si esto...

Las manos de Thomas se deslizaron desde su rostro hasta envolver sus frías manos con cuidado.

— Marie yo te quiero y mucho... Fui un completo tonto al negarlo tantos años. Ahora lo se, todo este tiempo te hacía bromas para llamar tu atención porque no soportaba que me dejaras de lado — Reveló dejando escapar una leve sonrisa divertida. — Te necesito a mi lado porque... Porque te amo.

Esas simples palabras lograron arrebatarle el aliento, no supo que decir. Y aún si se empeñaba en no creerle y romper ese contacto entre ambos no podía negar lo que gritaba su corazón. Sabía que sus sentimientos eran sinceros, si la amaba y aunque era su enemigo de toda la vida, su rival... No podía decir que ella no le hacía bromas por llamar su atención; por eso arruino sus citas, ella era la causa de que Thomas no saliera con nadie por celos a que la dejara de lado... Porque ella tambien lo amaba...

— Tommy... — Susurro llevada por el desespero y la confusión, no sabía que hacer.

— Marie, te juro que nunca te haré daño... Te amo y daría todo por ti. Eres la chica más especial y única que he conocido y tal vez no sepa que ocurrirá en el futuro — Balbuceo rápidamente — Pero ahora solo se que te amo y...

Sin embargo sus palabras fueron interrumpidas y no le dio tiempo a decir algo más pues esta vez fue ella quien lo beso... En parte para callarlo, pero sabía de sobra que ella tambien lo deseaba y lo necesitaba. Sus labios era cálidos y suaves, nunca antes pensó desear algo con tanto fervor, pero desde el momento en sus labios se unieron por primera vez supo que nada sería igual. 

Thomas paso sus manos por su cintura envolviendo su cuerpo en un abrazo que le dio el calor que necesitaba, ella llevó sus manos a su cuello enredando sus dedos en su cabello. Le gustaba tenerlo cerca, era embriagante su calor y su tacto...

— Te amo... — Susurro embriagada por aquellos nuevos sentimientos que al fin se permitía experimentar.

Love or hateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora