Capitulo. 35

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Hielo y Fuego

Thomas

¿Las cosas podían ir a peor? Ya no lo sabía, no solo termino acabando con cualquier relación que pudiese tener con Marie, sino también perjudicando a sus amigos. Fred y Xavier estuvieron toda la noche en su casa sumamente deprimidos... Necesitaba arreglar las cosas para todos, pero no sabía cómo. Incluso llegó a desear volver a aquellos tiempos en que vivía peleándose con Marie ¡Pero al menos la chica le hablaba! Al menos no se sentía tan mal. Ajusto aún más la bufanda ocultando parte de su rostro, se sentía tan culpable pero al mismo tiempo le dolía tanto que Marie no confiase en él... Irónicamente el tambien dudo de ella en su momento, ahora sabía lo que sentía. Al final solo se hacían daño como siempre... Pero aún así quería intentar arreglar las cosas.

Frustrado pateo un par de piedrecillas, caminar sin rumbo se están haciendo una costumbre... Sin embargo al girar en una esquina reconoció el lugar, de algún modo había ido a parar al parque donde fue su primera cita con la pelirroja. Los recuerdos no tardaron en bombardearlo hundiendolo en la nostalgia. Sin embargo luego de algunos segundos algo captó su atención, cruzando la calle habían dos personas discutiendo acaloradamente. La reconocería dónde fuera ¡Era Marie! Completamente confundido decido acercarse, pero en cuanto la escucho gritar no dudo en salir corriendo en su dirección ¿Que estaba pasando?

Pero antes de siquiera poder acercarse lo suficiente alguien lo detuvo. Molesto por la intromisión se giró dispuesto a encarar a quien fuera que le hubiese detenido ¡Marie necesitaba ayuda! Sin embargo enmudecio al observar que quien lo sujetaba de los hombros no era otro sino el señor Mario.

— ¿Pero qué...? — No entendía nada ¿Que hacía allí? ¿Por qué lo detenía? — Suélteme.

— Espera chico... Deja que ella lo resuelva. — Le pidió seriamente.

Entonces lo entendió. El chico con el Marie peleaba era Daniel. No le agradaba nada la idea pero ciertamente si intervenía las cosas saldrían peor, a regañadientes hizo caso agudizando su oído para escuchar mejor la conversación...

— Ya te dije que no, Marie... Eres eapecial ¡Me he enamorado de ti! Y no pudo simplemente permitir que te vayas con ese niñato. — Le escucho gritar, Thomas debió respirar hondo para mantenerse quieto.

— Eres de lo peor. — Espeto ella más concentrada en liberarse de su agarre que en prestarle atención.

— ¿Que tiene él de interesante? ¡Dime! — Exigió, parecía fuera de control.

Apunto estuvo de soltarse para intervenir, pero entonces Marie consiguió soltarse acertandole un fuerte puñetazo con el que logro alejar al rubio.

— ¡Estoy harta! — La voz de Marie se rompió apunto de echarse a llorar, sin embargo se mantuvo firme. — ¿Tanto quieres saberlo? ¡Bien! El es especial, es inteligente, talentoso en todo, un increíble amigo y siempre a pesar de todo estuvo allí para mí... Mi otra mitad, o al menos eso pensé.

Aquellas palabras le rompieron el corazón, jamás se perdonaría haberle hecho daño a la chica que tanto amaba.

— Él solo te quiere como juguete. — Se burló Daniel visiblemente dolido. Lo hacía para lastimarla. Marie solo se quedó en silencio. — ¿Qué?... ¿Aun tienes esperanzas de que te quiera? Eres patética.

¿¡Pero como era tan asqueroso de decirle eso!? ¿Y luego tenía el descaro de decirle que la quería? Que sucio... Debía parar eso, no podía simplemente quedarse allí dejando que la lastimara de esa manera. Pero en cuanto intento soltarse el señor Mario apretó su agarre obligandolos a permanecer allí, no entendía lo que hacía ¿Por qué no lo soltaba de una vez? ¿Es que acaso apoyaba a su hijo en todo eso? Impotente le observó dispuesto a gritarle si era necesario pero se paralizó al observar la cara del hombre, el señor Mario mantenía su semblante sereno sin embargo las pequeñas venas que comenzaban a brotar en su frente le decían lo contrario.

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