Capitulo. 30

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Un secreto...

Marie

Tres días... Tres días llevaban sus primos y Thomas actuando diferente, tal vez era despistada para muchas cosas pero los conocía lo suficiente como para saber que habían cambiado su actitud hacia ella, al menos levemente. Ciertamente al principio no lo noto pero fue más que evidente que la seguían a todas partes cuando Jhon termino por atraparlos, por error Thomas incluso se llevó un fuerte golpe en la cabeza pero en lugar de enojarse solo soltó una excusa barata y se retiro.

¡No entendía nada! ¿Por qué la seguían? Ya tenía más que suficiente con la sobreproteccion de sus padres como para también lidiar con esos tres. Amba a Thomas y mucho, pero la situación comenzaba a agobiarla ¿Acaso no confiaba en ella? ¿Que le sucedía? Su paranoia iba a enloquecerla.

Al menos podía agradecer un poco de libertad en los ensayos, sus amigos se terminaron entusiasmando tanto que decidieron participar a su manera. Y como no su padre no tardó en conseguirles sus viejos instrumentos al enterarse... Incluso podría decirse que estaba más entusiasmado que nadie. Lo que aún debían encontrar era una buena letra, el sonido era fenomenal pues Thomas era un as de la música y no tardó en ingeniarse una melodía, pero la letra era otro tema... No sé le ocurría nada y los consejos de sus padres no ayudaba mucho la verdad. No iba a cantar una canción en honor a Perry ¡Era un ornitorrinco! Y por mucho que lo quisieran no hacía gran cosa.

Sin embargo todos sus pensamientos se fueron a la basura arrastrando consigo su buen humor, allí estaba de nuevo.

— Thomas ¿A donde vas?

Le había visto por suerte gracias al reflejo de un auto, su insistencia en seguirla era molesta, pero no tanto como cuando debía ir a su trabajo. ¡Literalmente siempre estaba allí! Sin falta alguna, y ni siquiera entendía por qué.

— ¿Yo? — Se hizo el tonto, sacándola aún más de sus casillas. — Solo pensé que podría acompañarte, iré a comprar una cosas para la cena.

Otra mentira más...

— Aja, últimamente vas mucho de compras ¿No? — Espero ella, comenzaba a molestarse. — Que casualidad que sea justamente cerca de mi trabajo.

— Oh vamos no te quejes Marie... Solo te acompaño como buen novio que soy. — Se excuso de una forma sumamente infantil.

Seguramente quería hacerla reír y olvidar el asunto como los días anteriores. Pero está vez estaba decidida a frenarlo, la situación no le estaba gustando un pelo y lo peor es que sabia que Thomas no era así... Si la estaba siguiendo a todas partes entonces era por algo importante, algo que obviamente no quería contarle.

— Thomas tengo que dejar las cosas en casa y ir a trabajar... — Comento esperando que entendiese de una vez.

Pero el castaño simplemente asintió y comenzó a seguirla nuevamente, al menos está vez no se ocultaba tras los árboles... Pero aún así no le agradaba un pelo, había intentado sacarle información a Xavier y Fred de todas las formas posibles, pero estos incluso rechazaron sus mejores sobornos alegando que era su imaginación. Así que ya no tenía otra opción debí preguntarle frente a frente.

— ¿Cuanto tiempo mas planeas seguirme? — Aquella pregunta pareció pillarlo desprevenido pues su sonrisa desapareció dejando paso a una mueca que no le gustó nada. Estaba en lo cierto después de todo.

— ¿Yo?... No te estoy siguiendo.

Cansada de todo eso Marie elevó una mirada hacia su casa, cuanto desearía correr a ella y refugiarse en su cuarto; su actitud le hacía pensar que algo realmente malo estaba ocurriendo preocupandola... Pero estaba decidida a enfrentarlo de una vez por todas y averiguar qué era lo que sucedía. Se detuvo repentinamente confundiendo a Thomas quien no tardó en girar a observarla, pero ni una palabra le permitió decir.

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