TODO CAMBIA (Damian Wayne Y Tu)

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Pov Narradora

~Flashback~

Se escucho el sonido de una puerta de metal abrirse, adentro se podía visualizar una silueta, encendieron una linterna y ahí estaba ella encadenada en la pared sin poder tocar el piso. Ella levantó su cabeza y sonrió.

- Mira que tenemos aquí, Doctor hace tiempo no nos vemos ¿Cómo está su familia? - fingió amabilidad.

- Hola experimento N°7 no cambiaste nada desde la última vez que te vi.

- ¿Habla desde cuando hice el trato con Will? Por favor, no ve que mi cuerpo no parece para nada el de una niña de 10 años - río con locura.

- Suéltala - ordenó un hombre vestido de traje a un empleado.

El empleado se acercó con miedo, sacó la llave y cuando la libero ella cayó al piso, el empleado volvió donde estaba el hombre de traje y el Doctor, ella se paro del piso y al levantarse se oyeron huesos crujiendo.

- Necesito que te pongas esto - el hombre de traje extendió la ropa y ella solo lo atrajo.

- Como ordene Director - ella comenzó a vestirse delante de ellos.

Mientras se cambiaba vio que el empleado la mirada con lujuria y sin buenas intenciones.

- Se mira pero no se toca, puedes preguntar que pasó con los que intentaron algo más que mirar.

El empleado tembló y apartó la mirada al recordar que pasó con esas personas, el Director hizo que se retirará no podía perder más empleados.

- Termine - era una polera apegada al cuerpo de color blanco y un short corto del mismo color junto a unos zapatos de médico.

- Empieza a caminar N°7 - ella rechino sus dientes y camino donde ellos.

Adelante iban el director junto al doctor y por atrás la vigilaban guardias armados, en todo el camino ella solo silbo.

- Confirmaste que la sustancia tiene diferente efecto en la gente - el director tenía voz ronca.

- Si, use muchos voluntarios y lo confirme. Solo hay que ver que efecto tiene en ella - la miro por el rabillo del ojo.

Entraron a una habitación donde solo había una silla, una mesa con una jeringa y la sustancia, cerraron la puerta y solo quedaron los tres.

- Siéntate - ella obedeció.

- Extiende tu brazo - el doctor estaba llenando la jeringa con esa sustancia.

- ¿Qué es? - ella no se podía negar tenía que fingir ser dócil.

- Lo llamamos sustancia 7.

- Es un honor al nombre que me pusieron pero que halago - hablo sarcásticamente.

El doctor posicionó la aguja en su vena y la metió después presionó para que toda la sustancia corriera por sus venas. Ella comenzó a sentir un dolor horrible tanto en su cabeza como en el pecho, cayó de la silla y empezó a retorcerse en el piso, el color de sus ojos empezaba a perder brillo y ella se sentía débil.