Aparentemente nada.

467 52 11
                                    

— ¿Entonces? ¿es verdad? — Dice Andra sin poder creerlo.

Asiento, — Si... el me dio una moneda pero ya la semana pasado me dio un anillo.

Rie, — Y dijiste que si...

— Dije que si. — sonreí.

— Lamento interrumpir su súper charla pero hay alguien que quiere verte cariño. — Dice rebeca entrando a mi oficina.

Volteo los ojos, — ¿Que tan importante es del 1 al 10?

— 10,000.

Me pongo de pie, — Bueno, luego te cuento, — Beso su mejilla, — Nos vemos y dile que pase. — Digo antes de que ambas salgan.

Me acomodó en mi silla y doy unas cuantas vueltas como una niña pequeña mientras arregló las invitaciones que Antonella y la madre de Joel habían mando a diseñar eran muy lindas en verdad pero no me parece que el color blanco sea algo bueno y ¿Que tal si me manchó el vestido? ¿No sería mejor un Rojo o un negro?

— Buen día hija. — La puerta se abre y me detengo junto con la silla de forma drástica.

No puede ser, lo que me faltaba.

Me acomodó, — Buen día, puedes tomar asiento.

— Gracias. — Dice sentándose en la silla frente a mi. — Y... ¿Como has estado?

Rei, — Vamos al grano ¿Cual es el motivo de tu visita? — Alzo la ceja.

Suspira, — Haz crecido mucho estos últimos años.

— Al grano.

— Quiero hacer una colección contigo, quiere que seamos socios hija, Laumode y Cuore de la mano no más enemistades ¿Tienes idea de cuán grande sería la ganancia? — Sonrie.

Me tiró una Sonora carcajada, — Preferiria mil veces estar en quiebra a asociarme contigo y si es todo lo que venías a pedir creo que ya sabes mi respuesta ahora puedes retirarte.

Alza la ceja, — ¿Sigues enojada por lo que paso hace años? No puedo creer que me sigas odiando por eso.

— Yo no te odio, por que el odio es un sentimiento y yo no siento nada por ti dijiste que eras mi padre y me abandonaste cuando más te necesité y ahora el que me necesita eres tu, por que Laumode se esta viniendo abajo pero ¿Adivina que? No seré yo quien te ayude.

Tensa su mandíbula, — Laumode no se esta viniendo abajo y yo no te abandoné.

— Tengo acceso a toda tu empresa y se como van los números y van de mal en peor y no digas que no me abandonaste por que es perfectamente lo que hiciste.

Se pone de pie, — Pues te pido perdón, perdón por querer protegerte y por haber querido un mejor futuro para ti.

— ¿Un mejor futuro? — rei, — Me dejaste sola con un bebé a mis 18 años en manos de nadie ¿Crees que pienso que querías un mejor futuro para mí? y es que nisiquiera supe de ti todos estos años y aún tienes el maldito descaro de venir y decir que querías lo mejor para mi, no juegues.

— ¡Joel Pimentel no era bueno para ti!

Asiento poniéndome de pie también, — ¿Pero si fue bueno el hecho de que no te interesara por mi durante todo este tiempo? ¡¿Quien crees que es peor?! ¡¿Joel por enseñarme a amar o tu por mostrarme que el dinero importa más que tu propia hija?!

El guarda silencio por unos minutos, — Me alegra que estés bien. — Dice Caminando en dirección a la puerta.

— Ah... — Me acerqué a el con una invitación en la mano, — Y por favor no faltes a mi boda, seria increíble demostrarte que no tienes la razón.

Un Tropiezo Con El Amor. (Joel Pimentel Y Tu) - CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora