[CORRIGIENDO Y EDITANDO PARTES] Ella es un intento casi fallido de Fuckgirld es demasiado normal ver a los chicos jugando con los sentimientos de los demás, saliendo de fiesta, teniendo sexo y rompiendo corazones por montones pero este no es el caso...
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Esta mañana me la he pasado escribiendo todo jodido día unos reportes de cuentas diarios que le tengo que entregar a Joel en unas cuantas horas pero que ya termine; me pongo de pie y me paro en el lubral de la puerta, el levanta la cabeza y me da una mirada de insuficiencia así que lo ignoro y paso adelante.
— Aquí tiene los reportes de la semana. — Le sonreí.
— Gracias, dejalos ahí. — dice sin mirarme.
— ¿Desea algo más? Puedo... darle lo que quiera. — me aserco mas a su escritorio.
Él levanta la mirada, — No muchas gracias _____.
— De nada... — me detuve para verlo de nuevo, — ¿Sabe que me gusta de usted? — rodéo el escritorio hasta donde el está.
— No tienes que acercarte tanto me lo puedes decir ahí, de lejitos.
— Me gusta... El hecho que trate de evitarme ¿Sabe? Eso me provoca y nada más peligroso que una mujer despechada y una mujer exitada. — me aserco al punto que nuestras narices chocan.
Él acaricia mi mejilla suavemente, — Termina la tarea. Niña. — dice alejándose de mi.
"Termina la tarea niña"
Ugh.
— No soy una niña. — replique.
Él ríe, — Lo que digas.
— ¿Por qué no me deja demostrarle que no soy una niña? ¿A que le teme? — digo de forma juguetona.
— ¿Que a que le temo?... — niega de forma divertida, — No lo sé que me acusen de pedofilia tal vez.
— Ay hombre por Jesucristo será solo un momento nada especial además para estas cosas la edad es solo es un número.
— ¿Sabes quien decía eso?
— ¿Quién?
Me mira fijamente, — El pedofilo de la recidencia donde vivía.
— Ay tan exagerado. — volteo los ojos, camino más serca de él haciendo que por reflejo sus piernas se abran y me pongo en cuclillas, — no va a durar mucho eso lo sabemos usted y yo. — recuperó mi postura. — Voy a retirarme ya, si no le importa.
— Ah... Eh... Mmmm... Si... — tartamudea.
Ay la magia de la seducción.
— Buen día, jefe. — Salgo cerrando la puerta levemente.
Narra Joel.
De verdad no podía creer hasta donde era capaz de llegar ¿De verdad me había sentido tan intimidado? Logró intidarme en un segundo por Dios definitivamente no se exactamente cuanto tiempo más voy a soportar y aún peor es que simplemente es el segundo día de que ella está aquí.
