Ultimas Dos Reglas.

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Estas tres semanas han pasado volando podría decir que estamos bien, que hemos tenido el mayor cuidado de las últimas dos reglas hemos hecho lo posible por tenerlas a salvo, por que son las más importantes.

1° No enamorse.

2° Nadie debe saber.

Se me estaba haciendo tan malditamente difícil no mirarlo a los ojos y sentir el corazón hecho fuego.

Estaba sentada en su escritorio mirando uno de los libros que tenía en el esperando a que llegara, por lo general no se tardaba tanto en llegar al trabajo y yo nunca llegaba tan temprano eran a penas las 6 y 15 había llegado 30 minutos antes.

— Que aburrido... — Me digo a mi misma menando mis pies en el aire.

Después de unos cuantos minutos lo veo salir del ascensor venía tan ido en su celular que al abrir la puerta de su oficina ni siquiera se dio cuenta.

— Buenos días. — le sonrió.

El levanta la cabeza y me Sonríe también, — Nos levantamos temprano hoy barbie moda. — Besa mis labios.

— Sip.

— ¿Que lees? — Dice dejando sus portafolios en el escritorio a un lado.

— No lo sé, de hecho no leía nada solo... Miraba la portada y esperaba a que llegaras. — Me also de hombros.

— ¿Ya te sientes mejor?

Se refiere a que ayer literalmente vomite toda la pizza que habíamos pedido a domicilio, no fue solo ayer sino estas últimas dos semanas después de la semana de mi cumpleaños pero el no tiene por qué saber eso, no quiero que opte por llevarme al hospital y después recibir una regañina de su parte por que no como bien y probablemente tenga anemia de nuevo.

— Si, solo he tenido mareos pero es por lo mismo los anticonceptivos no me hacen bien.

— Lo sé... — Dice poniendo un mechón de mi cabello tras mi oreja. — Puedes dejar de tomarlos y usaremos protección.

Niego, — No, me da miedo. — Ambos reímos.

— De acuerdo entonces.

Su mano se desliza desde por mi mejilla y luego la pasa detrás de mí cuello acercando mi rostro un poco más al suyo, le Sonrei y aserque mis labios a los suyos de forma rápida, abrí mis piernas para darle paso ya que estaba sentada sobre el escritorio y mis manos se detenían en su pecho, sus labios se movían al compás de los míos lento y suave...

— ¿Se puede saber que significa esto? — La voz de mi padre hace que empuje un poco a Joel quien me mira con aflicción.

Diablos no...

— He papá...

— Salte ______.

— Papá...

El tensa su mandíbula, — ¡Salte ______ ahora!

No me molesto en tratar de decir algo y avanzó hasta la salida, lo habíamos jodido ¿No se supone que llegaba en dos días?

— Contigo hablaré después. — Le dice a Joel con voz firme.

Cuando estamos afuera enseguida  soy jalada dentro de la oficina de al lado con nada de delicadeza estaba demasiado molesto, demasiado.

— ¡¿Ha eso es al lo que vienes aquí?!

— Papá...

— ¡No me mires con cara de yo no fui ______! Confíe en ti, me hiciste creer que todo estaba bien con Noah, con Joel en el trabajo ¡Los 2 me hicieron creer que estaba bien!

Un Tropiezo Con El Amor. (Joel Pimentel Y Tu) - CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora