Pensar Mas De Lo Que He Olvidado.

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Ambos nos miramos pero soy yo quien aparta la mirada, le doy una última ojeada despreocupada y me doy la vuelta, aun que sentía esa presión en el pecho algo había cambiado más bien, todo ha cambiado ya... Desde aquel día el mismo se había encargado de matado toda la emoción que sentía al verlo incluso al pensarlo y si fue su culpa, culpa de la cruel forma con la que me encaró que solo era un juego para el, culpa de todas las veces que dejamos de hablar para intentar alejarnos por que sabíamos como terminaría...

O tal vez no, tal vez fue mi culpa por tratar de encontrar amor donde nunca lo hubo.

— ¡_____! — Me detengo al escuchar la voz de Chris. — ¿Te vas ya?

Asiento, — Tengo que ir a casa Con Ema.

— Ah... Esta bien, — Besa mi mejilla, — Cuidate.

Asiento.

Pero se me había olvidado que esta es mi pasarela y no puedo irme sin dar explicaciónes, cuando salgo de la locación en los estaciónamientos los periodistas me abarrotam contra mi auto haciendo varias preguntas.

— ¿Vas a dejar que tu hijo se interese por la moda?

Volteo los ojos, — Es solo un niño. — Also la mano por que los flashes me cegaban.

— ¿Por qué escondidas que tenías un hijo?

Bufo cuando el micrófono me golpea en los labios, — No lo escondía.

— ¿Por qué no sacaste a la luz lo de tu hijo antes?

— Justamente por esto. — Digo intentando llegar a la puerta de mi auto.

— ¿Cuál es la edad del pequeño?

Suspiro, — 4 años casi 5.

— ¿Quien es el padre?

Volteo los ojos e intento abrirme espacio entre todos ellos hasta que lo logró evadiendo la última pregunta, abro la puerta de mi auto y entró lo más rápido que puedo pero no puedo retroceder por que ellos están ahí y tampoco avanzar por qué la pared se interpone.

Marcó el número de mi seguridad, ellos llegan en menos de 10 minutos y sacan a los periodistas de él estacionamiento.

Toca la ventana del auto, — Ya está Señorita, puede salir.

— Gracias Mark. — Le sonreí.

Arranque mi auto y salí de ahí lo mas rápido posible no celular timbraba a cada momento por las llamadas que Andra Y antonella me dejaban pero tenia la mente en otro lado y no estaba lo suficientemente cuerda como para contestar llamadas de trabajo y mucho menos reclamos, solo quería llegar a mi casa y acostarme en la cama con mi hijo mientras me cuenta que tal estuvo su día en su primer año de colegio... Si... El era tan inteligente que ya estaba llendo al colegio.

Tarde en llegar a mi casa aproximadamente 45 minutos, al estacionarme en la cochera me bajo del auto y camino por todos los pasillos de la enorme casa y subí las escaleras encontrándome con Eyverie la niñera que contratamos para el día de hoy.

— Hola. — Sonreí.

— ¡Oh! Oh... Creí que llegaría a media noche.

Asiento, —  Si... ¿Cómo está el?

— Ya está dormido, le di su merienda, luego hizo su tarea... Es un niño increíble, — Me sonríe, — luego prácticamos una lección, jugamos fútbol, miramos películas, cenamos y se durmió.

— Muchas gracias Eyverie quisiera que te quedaras hasta tu hora de salida... Puedes ver televisión o jugar en la sala de juegos, puedes comer lo que quieras... Yo estaré en el bar un momento.

Un Tropiezo Con El Amor. (Joel Pimentel Y Tu) - CNCO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora