Los ojos de Raynare se abrieron en sorpresa ante las palabras de su novio, su chico, empezaba a dejar de ser el niño tímido al que conoció, el chico al que le costó dos semanas superar algo por la fuerza, y empezaba a surgir el hombre al que estaba segura que amaría mucho más de lo que ya amaba al niño.
ーAijem...ーllamó en voz baja la Caída a su novio, para luego abrazarlo con fuerza, de una forma tierna y cálidaーEstaré lista cuando tú lo estés, Aijem, mi lindo Aijem, mi Aijemー
Aijem, sin pensarlo, correspondió a la pelinegra, acariciando la suave y tibia piel de su espalda, yendo desde la parte superior hasta la más baja, sintiendo con delicadeza la línea que se marcaba por el centro.
ーDaré mi mejor esfuerzo para volverme más fuerte y poder enfrentar a ese imbécil que te está cazando, y daré mi mejor esfuerzo para convertirme en el hombre que dese-
ーIdiota, yo ya te deseo tal y como eres, con tu timidez y nerviosismo, tal vez si me haría feliz que dejaras de lado esa timidez, pero no me molesta y amo eso de tí, no es necesario que cambies tu actitud, con que seas el mismo que me halaga aún poniéndose nervioso, el mismo que me proteje aunque no necesite esa protección, y el mismo que acaba de decirme sus deseos por mí, el mismo que me ama aún con mis errores, estupideces y cosas malas que he hechoーdijo Raynare con un tono cálido, abrazando al menor contra su pecho, quien al instante se puso lo más rojo que podía, incluso si disfrutaba de la sensación de los senos desnudos de su novia, no podía evitar sonrojarse.
ーAún así, quiero esforzarme para ser el hombre que te protejaーdijo Aijem dejando un pequeño beso en el pecho de la chica, provocando un leve sonrojo en ellaーEl hombre en el que puedas confiar que te abrazará cuando estés triste, cuando logres algo grande, alguien que cargue contigo tus penas y disfrute contigo tus logrosー
Una semana después...
ー¡Vamos!ーgritó Raynare desde las alturas, moviendo su mano para seguir la dirección de Aijem, disparando lanzas de luz justo detrás de élー¡Más rápido!ー
Aijem, aún corriendo, estando agotado, cansado, e incluso frustrado, mantenía una sonrisa determinada, mientras iba esquivando los rayos que Akeno hacía aparecer justo delante de él al azar, evitando que Koneko pudiera atraparlo al saltar de entre los arbustos o sus cadenas de fuego, esquivaba las manos invisibles de Kuroka, evitaba y desviaba los ataques de fuego de Ravel y pasaba entre medias de la neblina generada por la Autoridad de la Gula de Xenovia al igual que los conejos, los Wolgarm y las serpientes negras que había dentro de esta, utilizando todo lo que se le ocurría hacer con su Sacred Gear, incluyendo impulsar su propia fuerza o velocidad, utilizando espadas, intercambiando armaduras o incluso trampas rápidas como minas para las mabestias.
ー¡Drakia!ーgritó Aijem dando un salto encima de una cadena hecha completamente de fuego, mientras una armadura se ponía sobre su cuerpoーMark 7, un modelo rápidoー
Una vez más, Aijem pasó entre la neblina usando la propulsión en las botas del traje, mientras disparaba contra los Wolgarms.
ー¡Y...!... ¡Soy el mejor!ーgritó Aijem saliendo de la neblina para romper la cinta de meta, manteniendo el vuelo un par de metros delante de esta.
ーLograste vencer tu tiempo recordーdijo Vali acercándose al pelirrojo, usando sus alas de luzーTiempo record, y enfrentándote a las habilidades de las siete Brujas del Pecado al mismo tiempoー
ーAra~ fue emocionante verloーdijo Akeno acercándose rápidamente, no sin que antes Raynare se acercara para darle un beso en la mejilla al pelirrojo.
ーDebo reconocer que me impresionaste, Aijem y...ーRaynare se acercó con cuidado al oído de Aijem, dejándolo sentir ligeramente el calor que su boca dejaba salir, antes de continuarー...me parece un poco sexy el que te esfuerces tanto para desafiarnos a las siete a la vezー
ESTÁS LEYENDO
Highschool DxD: Las Brujas del Pecado (Terminada)
FanfictionHabía una vez, antes de la separación de los 72 pilares del Inframundo, antes de la separación de los 4 Grandes Reyes Demonios, antes de las Brujas del Pecado, existían siete hermanas, todas ellas hermosas como ninguna mujer en el mundo... Rias Grem...