II-XIV

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El sonido claro de latidos, acelerados y descoordinados llenaron la mente de Aijem en un momento, mientras sujetaba la mano izquierda de su amada.

ーD-Disculpe... ¿Qué es ese sonido?ーAijem preguntó confundido, señalando aquel sonido que entendía como latidos.

ーSon los latidos de sus hijas, y ese que va un poco más lento, es el de su esposaーLa doctora miró con una  sonrisa amigable al pelirrojo, quien estaba en shock, al igual que la pelinegra.

Aún si Raynare, con sus sentidos mejorados había podido escuchar aquellos rápidos latidos, el que se lo dijeran de una forma tan directa, y escucharlos con un volumen mayor al que ella captaba, era muy diferente.

Al llegar a su hogar, Aijem tiró de la mano de su amada, llevándola al sillón.

ーEstás tan emocionado que no sabes ni qué decir, ¿Cierto?ーRaynare preguntó, recargándose en el pecho de su esposo, mientras escuchaba sus acelerados y fuertes latidosーNo puedes ocultármelo, tu lindo corazón te delataー

ーE-Escuchar sus latidos fue... No sé cómo explicarlo, solo...ーAijem abrazó a la pelinegra a su lado, dirigiendo su mano derecha hacía el vientre de ella, metiendo la mano dentro de su blusa, sintiendo su cálida pielーCasi siempre digo lo primero que se me ocurre, pero... Ahora solo me sale decir que estoy impaciente...ー

ーCréeme, no eres el únicoーRaynare rió acariciando el dorso de la mano del chico cariñosamenteーYo ya había escuchado sus corazoncitos, pero... Escucharlos así...ー

De la nada, las lágrimas empezaron a salir de los ojos de la pelinegra, sin embargo, tenía una feliz sonrisa en su rostro.

ーN-No sé cómo explicar lo feliz que me hizo escuchar sus corazones latiendo, son rápidos, y claramente son fuertes... Las dos están creciendo bien... Y... Tengo.. miedoーRaynare dejó salir un pequeño chillido al hablarーTengo tanto miedo de... que les pase algo... nunca pensé que esto me asustaría tanto...ー

Sin dudarlo un sólo segundo, Aijem abrazó a la pelinegra contra su pecho, acariciando su cabello cálidamente, tarareando una canción...

Raynare reconoció la melodía al instante, sintiendo su corazón acelerándose, y sus ojos abriéndose por el impacto que le estaba causando, sabía perfectamente en qué momento la había usado ella.

ーNo tengo voz para cantar, pero tú la tarareas cuando ellas se ponen algo agresivas al moverse, y logras calmarlas... Igual que tarareas cuando ho tengo ganas de llorar y me abrazas contra tu pecho... No intento mitigar tu miedo, porque está bien tener miedo... eso deja ver lo mucho que te importan sus vidas, y... yo igual estoy asustado, demasiado, mi mayor miedo es perderlas a ustedes... Pero al menos quiero calmarte un poco, quiero ser el que calme tu corazón ésta vez, el que canté para calmar tus miedos... Mientras escuchas mi corazón corriendo por tí y por nuestras bebés... Las protegeré con mi vida... Te lo juro... el día en que sea necesario, daré mi vida para salvarlas a ustedes... Ya di mi brazo derecho psra hacerlo antes, dar mi vida no sería nada...ーAijem rió acariciando la espalda de la pelinegra.

ー¿Puedo... ver tu brazo?ーRaynare levantó un poco su cuerpo, dirigiendo su mano derecha hacía el brazo derecho del pelirrojo, sintiendo la forma en que éste ya no emitía energía humana, sino la misma energía que emitía cuando su Sacred Gear estaba activa, sin embargo, su brazo se veía humanoーEres un idiota... Un idiota que hace esta clase de cosas que... me hace dejar de temer por sus vidas en caso de que yo falte...ー

Highschool DxD: Las Brujas del Pecado (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora