Santiago.– ¿Que-donde-encontraste-eso? – tartamudea mi madre.
– ¡¿Lo repito nuevamente, que es esto madre?!
– Esto-es– la interrumpo.
– ¡Entonces era verdad!– mi madre intenta hablar y la interrumpo – ¡¿Me mentiste?! ¡¿Le mentiste a tu propio hijo?!
– ¡¿Porque estas husmeando en mis cosas?! – grita molesta.
– ¡¿Cosas madre?!
– ¡No tenias porque estar revisando mis cosas!
– ¡¿Sabes que estaba buscando?! ¡¡Estaba buscando un maldito cepillo de dientes y me encuentro con varias fotografías de Melissa, las originales y las editadas!! ¡Al final ella decía la verdad! – tiro de mis cabellos molesto. «Que hice » – ¡¿Por que mamá?!
– ¡Todos hay que tranquilizarnos! – habla Marina he intenta tocar mi rostro para tranquilizarme.
– ¡Hazte a un lado Marina! – le digo molesto y ella retrocede.
– ¡¿Tu editaste las fotos madre?! – alzó un poco la voz. Ella me mira sin decir ninguna sola palabra. – ¡Tu silencio me dice todo, vámonos Marina! – tomó las llaves de mi auto y salgo apresuradamente de la casa de mi madre. No puedo creer todo esto.
– ¡Santiago por favor tranquilízate! — ignoro los gritos de Marina y sigo caminando. – ¡Amor por favor, detente! – sus manos agarran mi brazo y volteo a mirarla.
– ¡¿Vas conmigo o te quedas?!–le grito molesto.
– ¡No me grites! - me dice en un grito mientras yo subo al coche. Bajo el vidrio del copiloto.
– ¡¿Ultima vez te vas o te quedas?! – ella bufa molesta y sube al asiento del copiloto. Aceleró lo más rápido que puedo y conduzco hacia el departamento de Marina.
– ¡¿Podrías bajar la velocidad?! – me dice Marina pero yo la ignoro, ahorita no tengo cabeza como para estar lidiando con ella. Sigo sin poder creer que mi madre es la causante de todo esto.
Quince minutos después llegamos al departamento y estacionó a un lado de la entrada.
– Bájate Marina. – ella me mira sorprendida, sin poder creer mis palabras.
– ¡¿Que?! –
– Baja del auto Marina. – insisto levantando un poco de más la voz.
– ¡¿Y que harás tu, a dónde iras?! – dice con preocupación la cual es evidente en su cara. En el camino no dijo ninguna palabra, además de que esta muy nerviosa.
– Tengo que pensar, despejarme. – es lo único que logro decir.
– ¡¿Y donde, no puedes conducir en tu estado?!
– ¡Me importa una mierda mi estado, por favor bájate del auto! – ella obedece y baja lentamente de mi auto.
– ¿Pero a donde vas? – insiste pero no le respondo porque acelero dejándola sola. Veo por el espejo retrovisor como ella hace rabietas y ingresa molesta al hotel. Conduzco hasta mi antigua casa, donde vivíamos Melissa y yo.
Después de casarme con Marina decidimos vivir en su departamento, por el bien de los dos era mejor vivir en su departamento, no podía seguir torturándome viendo a Melissa todos los días.
Llegó y estacionó mi auto en frente mi casa, corro hasta la puerta de la casa de Harry. «Necesito hablar con Melissa » Toco el timbre varias veces esperando a que me abran la puerta pero es inútil, al parecer no hay nadie en ella. Veo por las ventanas y estoy en lo cierto, las luces están apagadas, no hay nadie en esta casa.
– ¡Maldición! ¿Donde estas Melissa? – me digo a mi mismo. Saco mi móvil y intento llamarle a Melissa, pasan uno, dos timbres y no me responde. Le llamo varias veces más pero no sirve de nada, no responde.
Esta vez lo intento con el número de Harry pero obtengo lo mismo, el tampoco me responde. Camino molesto hacia mi casa, no hay rastro de Carmen. « Carmen »
– ¡Carmen, Carmen! ¿Donde estas? - grito ansioso, necesito saber dónde está ella. Hablar con ella, explicarle que se todo y que me perdone.
– Aquí estoy señor, ¿qué pasa?–
– ¿Donde esta? – suelto.
– ¿Donde esta quien? – me mira confusa.
– ¿Donde esta Melissa?
– Yo-no-lo-se– por el tartamudeo me queda claro que si sabe dónde está.
– Por favor Carmen– me arrodillo - dime donde esta, necesito hablar con ella, ya sé toda la verdad.
–Yo no lo sé señor– me dice de nuevo.
– Por favor Carmen, necesito hablar con ella.– ella me mira con lastima y me ayuda a levantarme.
- Ella se fue a Italia. Desde hace un año.
– ¿Se fue a Italia? – repito sin poder creerlo.
– Si señor.
– ¿Desde cuando? – pregunto.
– Desde hace un año.
¿Por que nunca me entere de eso?
– Le he llamado al móvil y no me responde. ¿Sigue con el mismo numero? – pregunto con esperanza de que así sea.
– No lo se señor.
– Por favor dime la verdad...– ruego.
– No señor, cambió su numero.
¿Por que se fue tan lejos?
– Necesito verla.
Ella me mira fijamente sin decirme nada.
– ¿Por que irse tan lejos? – me pregunto a mi mismo.
– Usted es la respuesta señor. – dice Carmen.

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PAIN & LOVE
RomanceUn amor, una enfermedad. La traicion es algo que no se puede perdonar y menos si viene de la persona que más amas. ¿Debería existir una segunda oportunidad? 05|21|2021