Cinco meses después.
Mi cabello ha comenzado a caerse, el miedo invade mi cuerpo al cepillármelo, no quiero que mi cabello se caiga.
"Crecerá Mel"
Me repito todos los días para no llorar, ya han pasado cinco meses desde que me diagnosticaron cáncer. Al inicio habían aplicado en mi radioterapia, pero esta no funcionó.
– Señora, gusta que le traiga algo de comer– me pregunta Carmen entrando a mi habitación.
– No, muchas gracias Carmen– ella asiente y se retira.
Cada día me siento mas débil. Mi esposo a sido un gran apoyo para mi en estos meses.
Desde que supimos del cáncer, el me a ayudado bastante. Aunque a veces su trabajo no lo deja, el siempre está para mi.Escuchó el timbre sonar y me levanto a abrir la puerta. Harry me ve con felicidad y me levanta del suelo para abrazarme.
– ¿Llegaste antes de tu viaje?
– Si, al parecer hubo problemas por allá y nos dieron el día.
Me lleva en brazos hacia el sofá y comienza a contarme su experiencia en Brasil. Harry es mi mejor amigo, crecimos juntos en el orfanato y ahora es como un hermano para mi.
Cuando tenía cuatro años mis padres decidieron abandonarme. Recuerdo que ellos me dijeron que irían por helado, que me quedara jugando. Los esperé por horas... pero nunca llegaron.
– ¡Meli!– me grita Harry sacándome de mis pensamientos.
– Perdón, ¿Que decías?–
El se acerca a abrazarme y me da un beso en la frente.
- Desahógate Meli–
– ¡Harry!– digo con voz entrecortada– cada día me siento más débil, el cabello se me cae cada día más y mas. Las quimioterapias son muy dolorosas. No creo soportarlo, yo...–
– Meli, ya habíamos hablado de esto, eres una mujer muy fuerte, no quiero que pienses así...–
– Me siento una carga, Santiago a descuidado mucho su trabajo por mi. Yo no quiero que él lo pierda. A ti te quito la mitad de tu tiempo solo porque estás cuidándome. Yo...–
– Meli, no eres una carga para nadie, Santiago no descuida su trabajo, a mi me gusta estar contigo.–
Decido no decir nada más y llorar en su brazo. Harry me acaricia el cabello, mientras me canta una canción. La canción que siempre me cantaba para que lograra dormir.
Siempre había querido saber la razón por la cual mis padres me abandonaron. Es algo que me seguía atormentando, ¿Por qué decidieron tenerme si al final me abandonarían?
Meses antes intenté buscarlos pero no tuve éxito, había pasado ya mucho tiempo como para encontrarlos.
Si ellos me dejaron fue para que no los viera más, así debía ser.
Los ojos comienzan a pesarme y me quedo profundamente dormida.
(...)
Me giro un poco hacia la izquierda, pero el dolor me invade.
– ¡AY!– me quejo de dolor.
– ¿Que sucede Mel? ¿Estas bien?– entra a la habitación Harry.
– Si, olvide que no debía recostarme por el lado izquierdo y me lastime.
– ¿Estas segura de que estas bien?–
– Si, mejor vamos a la cocina que tengo un poco de hambre.
Carmen se encarga de servirnos la cena, Harry intenta darme de comer como un bebé. Reímos y jugamos, pero el sonido de una puerta siendo azotada nos distrae.
Santiago sube las escaleras molesto, sin ni siquiera darnos una mirada.
– ¿Que le pasó?– pregunta Harry.
– No lo se, iré a averiguar–
Me levanto del comedor y me dispongo a seguirlo.
– Amor, ¿Estas bien?– le digo pegada a la puerta. Pero el no me responde, intento unas cuantas veces más pero es imposible. Santiago no me abre la puerta.
– Cariño, ¿Puedes abrirme?– digo nuevamente. Pero no lo hace. Resbaló por la pared para poder sentarme. Pasan unos minutos más cuando escucho como el seguro es retirado y con mucho cuidado me levanto y entro a la habitación.
Santiago esta junto la ventana de brazos cruzados con el ceño fruncido.
– ¿Que sucedió?– camino hacia el.
– Discutí con mis padres.
– ¿Porque?
– Algo sin importancia Mel–
– Sabes que puedes hablarme de ello ¿Verdad?
– Si, pero ahora no Mel. Necesito descansar.
Me acerco a él y le doy un corto beso. Y lo abrazo.
– Te amo– le digo. Continuo abrazada a él, pero tarda en responderme.
– Yo... También–
Me alejo de él y salgo de mi habitación preguntándome el porqué se pelearía con sus padres. Bajo a ver a Harry, pero al parecer ya se a ido. Apago la televisora pero un pequeño mareo me invade haciéndome caer. La televisión cae conmigo causando mucho ruido.
– ¡¿Que sucedió, estas bien?!– me pregunta Santiago levantándome del suelo.
– Si, solo fue un pequeño mareo–
– Te he dicho que debes descansar, no siempre estaré para ti.
"No siempre estaré para ti"
Sus últimas palabras se repetían una y mil veces, ¿Que significaba eso?
El me recuesta en la cama y sale por mi medicamento.
A veces es mejor respirar profundo,
Y no decir nada.
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PAIN & LOVE
RomanceUn amor, una enfermedad. La traicion es algo que no se puede perdonar y menos si viene de la persona que más amas. ¿Debería existir una segunda oportunidad? 05|21|2021