Jackson Williams
Mi pierna derecha tiene un repentino tic. Esta tiembla de arriba abajo, pero no por algún tipo de nervios o algo por el estilo, sino que es por el enojo que estoy sintiendo ahora mismo.
Mi cabeza duele demasiado, al igual que mi cuerpo; todavía no me he recuperado de aquella estúpida gripe. El invierno ya está aquí, y yo no me he acostumbrado al frío de todas las mañanas.
Aunque, claro, también está el hecho de que mi cuerpo no es muy resistente a las gripes; esto es debido a que en mi infancia no me llevaron a un pediatra para aplicar las vacunas correspondientes. Esas cosas nunca fueron algo primordial para mis padres biológicos. Y, cuando Clara nos adoptó, yo no podía ni acercarme a un hospital, por lo que dejó pasar las vacunas. Con los años, ella y Gregory se encargaban de medicarme, ya sean pastillas o inyecciones para una gripe o mis medicamentos para mis enfermedades mentales. Esquizofrenia residual y TEPT (Trastorno por estrés postraumático), el cual tendría que tratarlo con terapias, pero debido a mi historial con el trastorno explosivo intermitente no me ha dejado estar en una sala pequeña, con un doctor haciendo preguntas incómodas sin explotar e intentar dañarlo.
Con el tiempo, Gregory y Clara se dieron por vencidos con todos mis trastornos psicológicos del estado de ánimo, así que tan solo me automedican con muchas píldoras que me ha recetado un médico poco confiable con un pedazo de papel en su escritorio que dice que se ha graduado en una universidad de dudosa procedencia.
Píldoras que normalmente tomo y vómito antes de que lleguen a mi estómago. No las necesito, todas esas pequeñas cápsulas causan emociones extrañas en mí, me siento incómodo al tomarlas, mi cuerpo se siente adormecido por varias horas, lo cual es molesto.
Sé que todos saben que no las tomo, hasta Austin, pero nadie dice nada. Nadie me da una molesta charla de "es por tu bien, es para que mejores". No hay persona que me diga algunas palabras de aliento para persuadirme, alguien o algo que me haga decirle: "deja de meterte en mi maldita y desquiciada vida". No, nadie lo hace.
Pero eso es porque saben que me negaré a escuchar sus estúpidas peticiones. Ellos conocen mi carácter, mi terquedad, me conocen muy bien y es por eso que no se molestan en cuidarme. Yo no los dejo hacerlo, me molesta que me traten como un niño perturbado y frágil porque no lo soy. Soy un maldito y grotesco demonio, un asesino que disfruta mutilar, manipular y mentir. Alguien que se excita al ver a alguien sufrir, llorar y rogar por su vida.
No niego que hay momentos débiles en mi vida. Noches ciertamente oscuras hasta para mí, en las cuales me vuelvo alguien opuesto a mi yo de ahora. Dejo de ser el asesino silencioso, el demonio torturador, dejo de ser Jackson Williams para volverme un pedazo de mierda que solo sabe llorar y retorcerse por los recuerdos tortuosos de su pasado.
"Siempre serás el culpable de tu destrucción, pequeño. Y no va a haber nadie que pueda salvarte de la oscuridad que hay en ti. Nadie ni nada te salvará, te hundirás en tu miseria y hundirás a todo ser de luz que intente ayudarte; porque eso, mi pequeño, eso es ser un verdadero demonio".
Las palabras del padre Roger susurran en mi oído y provocan que el tic de mi pierna se traslade a todo mi cuerpo, haciendo una tormenta en mi pecho.
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—Llegas tarde.
Esa repentina voz me toma por sorpresa, pero aún así la ignoro y voy directo hacia las escaleras. Las subo rápido, intentando escapar de esta charla, pero mi huida matutina se corta al sentir sus pasos detrás de mí.
—Jackson. —Ahora lo escucho detrás de mí, sigo mi camino, entro a mi habitación y cierro la puerta.
Aunque esta es abierta al instante por Austin.
—¡Hoffman!
Detengo mis pasos, ya al lado de mi habitación. Tenso mis hombros y me doy la vuelta para enfrentarlo.
—No vuelvas a llamarme así, Austin —advierto con mis dientes apretados, el enojo claro, y eso es debido al oír el maldito apellido de mi padre biológico.
—Lo siento, pero se ve que es la única manera para obtener unos segundos de tu preciada atención.
—Guárdate tu maldito sarcasmo.
Suspira resignado.
—Hermano...
—¿Qué?
—Detente, Jackson. Tú no eres así, no conmigo.
Rio con sarcasmo.
—Tus celos son algo preocupantes...
—¿Qué ocurre contigo, hermano? Hace semanas que no nos hablamos. No me dices nada, no se qué piensas o qué planeas, y mucho menos respondes mis preguntas acerca de ella o de...
—¿Tú me cuentas sobre Elisabeth? —refuto al instante y corto su charla.
—¿Tú me contarás por qué te has acostado con Elisabeth?
—Admito que no estuvo bien hacerlo. No con ella, por lo menos, pero tampoco sabía que para ti era algo más que un juguete sexual... —me excuso—. Pero no me arrepiento de haberlo hecho. Y me siento culpable de ello.
Sus ojos se clavan en mí al instante de decir aquella confesión. Su mentón está elevado y sus labios se encuentran atrapados. Austin está enojado, y mucho. Estamos en una distancia prudente, pero puedo ver con claridad su enojo saliendo de su él, como si fueran unas toxinas negras que se desprenden de su cuerpo.
—Entiendo. Es una pena oírte decir eso, hermano...
Pienso que dirá algo más, algún insulto, alguna golpiza, pero no. No hay más que una leve sonrisa en su boca, la gracia que siempre está en sus ojos perdura mezclado con enojo.
Y con esas confusas palabras se retira de mi campo de visión y me deja solo con mis pensamientos en una habitación llena de luz natural, que se va apagando lentamente debido a las nubes grises que opacan al sol.
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CULPABLE | COMPLETA ✔️ (+18)
Mistério / Suspense✅| Primer libro de la saga Demons completa. Sinopsis ━─━──── ༺ ༻ ────━─━ "Tú sabes quién lo hizo. Eres consciente de mi muerte y serás el peón que se moverá primero a la hora de mi venganza". En un mundo oscuro como el nuestro, nos es inevitable...