Elisabeth Jones
Fecha actual: 13-10-2020
—Oh, mi niña. Detesto verte llorar, eso arruina tus delicados ojos... —pronuncia al tocar mis mejillas húmedas con ambas manos.
Mi mejilla derecha arde un poco, el agua salada y su tacto no ayuda mucho al momento de calmar el dolor que siento.
«Que él me hizo sentir», me corrige mi mente afligida.
Desobedecer no es la acción favorita de Daniel, lo sé mejor que nadie. Pero aun así, aun sabiendo cómo funciona su deteriorada mente, no pude evitar responder con la verdad a su irónica pregunta.
Me gané un buen golpe, la mejilla debe de estar roja en este momento, los dedos fríos de Daniel tocan la herida y yo intento no reaccionar al dolor que me produce su tacto. Lo hace a propósito. Él me está probando. Quiere saber qué tanto me dejaré hacer antes de caer a sus pies. Qué tanto voy a resistir antes de que llore para que no me toque. Está viendo cuánto tardo en doblegarme ante el miedo y así poder revolcarse en la lujuriosa victoria que tiene en su mente. Y yo lo dejo. Le dejo tocar mi rostro. Le permito besarme, tocarme, tenerme. Le dejo hacer todo lo que le guste. Pero lo hago por una sola razón, y esa razón es Isabella. Es por ella. Por mi hermana. Por mi única familia.
Cierro mis ojos y sigo su beso. Es demasiado húmedo, se siente asqueroso. Su lengua se mueve, la mía la repudia pero sigo su juego. Siento mis tripas bailar de un lado a otro mientras él lleva sus manos a mi cintura.
Mis ojos se aprietan más al sentir su sabor en mi boca. Este beso no se siente bien. No se parece a los besos calmados que me daba con Jeremy, no se siente caliente como los besos furtivos que me he dado con Austin. No logro sentir nada más que asco y dolor con este beso. Es tan incorrecto que me dan ganas de escupir cada rastro suyo que haya quedado en mi boca.
—Eres tú o es ella. Siempre será tu decisión.
Las palabras que me ha dicho Daniel al momento de irme a buscar a mi habitación me dejaron aterrada, ya que sabía que eso era una farsa. Yo no tengo ese poder de decidir. Sé muy bien que si me niego y les digo que lo hagan con Isabella, me lo harán de todas formas. Ellos no quieren a Isabella, solo me quieren a mí. Así que no hay respuesta correcta ante esa cuestión, porque siempre seré la culpable de mi autodestrucción, según ellos. De todas formas, jamás dejaría que ella pase por esto. Esta situación no se la puedo desear a nadie, porque nadie es tan malo como para merecer violaciones, torturas, y traumas. Ni siquiera puedo decir que quiero que Adam y Daniel pasen por esto, porque simplemente no puedo.
Quiero vengarme, sí, pero de otra forma. Una legal y limpia. ¿Que si es posible? Claramente no, porque ellos tienen dinero y poder, y esas dos cosas son lo más importa en este mundo. Nadie merece estas cosas. Yo no las merezco. Pero así de mierda es la vida con las personas, ¿verdad? No hay nada que pueda hacer. Solo trago mi dolor y le sigo el juego al demonio que tengo frente a mí, el cual deja de besarme para verme con una sonrisa lasciva, con la boca cerrada y llena de malas e insanas intenciones.
—Terminemos con esto rápido, por favor... —Le suplico, lo que le provoca aumentar su sonrisa. Ahora es una sonrisa abierta y muestra sus dientes y su diversión.
—Mmm... —Lleva su mano al mentón, fingiendo pensar—. Nah, hagámoslo lento. La noche es joven, igual que tu...
—Daniel...
—Quítate la ropa.
Sollozo en voz baja. No logro evitarlo, simplemente pasa, al igual que pasa el miedo por todo mi cuerpo. Mis lágrimas se niegan a ser contenidas. Se deslizan creando una lluvia fría que suena contra el suelo de madera. Esto le provoca a Daniel sonreír más, y a mí me hace hundirme más en mi miseria. Tomo mi camisa holgada y hago el amague de quitarla para dejar a la vista mi cuerpo desnudo.
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CULPABLE | COMPLETA ✔️ (+18)
Misteri / Thriller✅| Primer libro de la saga Demons completa. Sinopsis ━─━──── ༺ ༻ ────━─━ "Tú sabes quién lo hizo. Eres consciente de mi muerte y serás el peón que se moverá primero a la hora de mi venganza". En un mundo oscuro como el nuestro, nos es inevitable...