• Silencio •

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En el auto el silencio es su gobernante

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En el auto el silencio es su gobernante. Nadie se dirige la palabra, nadie comenta algo sobre lo sucedido. Todo se encuentra en un tenso y helado silencio. Austin se mantiene alejado de mí, sus ojos miran por la ventana sin mostrar ningún tipo de emoción. Ha estado comportándose de ese modo desde la llegada de la policía a nuestra casa. Callado, pasivo, aguardando cualquier tipo de noticia que dijera la policía con respecto a mí. No dije nada acerca de esto, no tenía alguna razón para hacerlo, ya que era la primera vez que la policía encontraba algo que me relacionaba directamente con la muerte de alguna de mis víctimas.

El auto se detiene en frente de nuestra casa, Gregory lo aparca y todos comenzamos a bajar. Un bostezo sale de mí al entrar a la casa, como si fuera un contagio, Austin le sigue al bostezo y luego pasa su mano por su rostro cansado.

—Es mejor que vayan a dormir unas horas más, muchachos. Ha sido una mañana larga para todos... —Gregory no nos mira, tan solo habla con dureza mientras se dirige a la cocina sin decir nada más.

—No hace falta que vayan a la escuela si no quieren, ahora pueden descansar. —Clara nos sonríe con delicadeza. Aunque su rostro denota una mezcla desastrosa de cansancio y tristeza.

El camino por las escaleras también es silencioso. Austin detrás de mí murmura unas cuantas cosas inentendibles para mí. Se encuentra sumergido en su propio mundo, ignorando por completo mi presencia. Llegamos al final de las escaleras, tomo a Austin por su hombro, pero este ni siquiera se voltea. Su enorme espalda es una pared que me impide verle los ojos para identificar sus expresiones faciales y me hace enojar cada vez más.

—Hermano... ─Comienzo, pero su voz cortante detiene mis palabras.

—No —pronuncia rotundo—. Ahora no, Jackson.

Todo a mi alrededor vibra de una forma extraña al oír aquellas palabras. Austin se zafa de mi agarre y camina. Lo hace lejos de mí, sin mirar atrás, sin verme, sin pronunciar ninguna otra palabra. Mis ojos lo siguen hasta que él desaparece por su puerta, y me deja completamente solo. Abro mi boca, pero nada sale de ella, todo lo contrario de mi mente, que tiene un enorme conflicto conmigo mismo y el confuso comportamiento de mi hermano.

Camino de forma motora a mi habitación. Mis ojos viajan por el desorden que hay frente a mí, camino hasta llegar a la ventana. Esta vez no hay luces prendidas en la casa del frente. La desolación rodea la casa Jones y la deja solitaria y un tanto siniestra.

«¿Qué ocurre con Austin? ver crecer el caos es su actividad favorita. ¿Acaso hice algo mal?».

Las dudas, junto a la frustración, me invaden de inmediato. Este tipo de emociones arruinan por completo mi humor.

Elisabeth era el próximo juguete de Austin, solo por esa razón no estaba jugando con ella y no la había metido en este tema, pero aún así Austin se ha enojado conmigo; no lo entendía. ¿Es que acaso ha cambiado de juguete? ¿Ya se aburrió de la otra Jones? ¿Era a Isabella quien quería para él? No. Eso sí que no.

CULPABLE | COMPLETA ✔️ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora