Tu armónica

11 - Comprometidos

Narrado por Terry

- Yo seré totalmente responsable de lo que pase - ella me mira intensamente, mientras mi entrepierna da un brinco entusiasta. Ella en serio me está poniendo a prueba a cada minuto, lo que casi pasó esta tarde en su habitación estuvo mal, muy mal. Le iba a arrebatar su virginidad como un salvaje, en un sofá, de día, con muchas personas en la casa y con prisa, me odio por ser tan impulsivo, pero en ese momento simplemente había dejado de pensar y me había entregado a mis instintos más primitivos. Y ahora estamos aquí, en un restaurante y de nuevo está jugando con mi fuerza de voluntad. Lo peor es que estoy cayendo de nuevo y sin remordimientos, es que ¿cómo podría contenerme si toda ella me inspira amor y sexo?

- Pecas, soy un hombre, por favor no me tientes, mira lo que pasó en la tarde en tu habitación, perdí totalmente el control, si Annie no hubiera interrumpido yo... - ella sonríe, parece que está dispuesta a seguir con el juego sin importarle lo que le digo - es que no mereces perder la virginidad de esa manera, quiero que sea especial-

- Perder la virginidad contigo será especial sea donde sea - me susurra. Mi falo sigue endureciéndose. Le tomo la mano y le sonrío. El mesero se acerca y llena su copa de nuevo.

- Candy ¿has tomado así alguna vez? -

- ¿Así como? -

- Tan rápido Pecosa, si no estás acostumbrada te puedes marear y sentir mal - ella hipa - parece que ya te pegó, mejor toma agua o un café-

- Estoy bien, hip - me río, acerco mi mano y le quito la copa.

- Más tarde me lo agradecerás - ella hace un puchero mientras comienza a hacer pequeños círculos sobre mi palma, un escalofrío me recorre el cuerpo, es increíble que hasta ese inocente toque me esté volviendo loco.

- Terry, te extrañé mucho, hip - pensándolo bien los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, tal vez esto se ponga interesante.

- Yo también te extrañé Pecosa, día y noche - tomo su mano para besarla - en especial por las noches - le susurro.

- Por las noches, hip - ella asiente y suspira hondamente - yo siempre soñaba que me besabas, pero cuando despertaba me ponía a llorar porque te imaginaba en los brazos de.... de ella hip- ella se entristece y baja la mirada, tomo su mentón con la mano y lo levanto lentamente para que me mire a los ojos.

- Desde que te conocí nunca he estado en los brazos de ninguna mujer, algo me hiciste esa noche en el barco Candy, pero desde el momento que te vi a los ojos supe que serías mía -

- ¿Desde que me conociste? Hip. No mientas Terry, te burlaste de mí por meses -

- Porque no sabía cómo actuar, nunca me había enamorado y menos a primera vista, no quería aceptarlo y en mi inmadurez, hacerte enojar era mi extraña forma de enamorarte, aunque parece que funcionó - ella me sonríe, mientras admiro lo hermosa que es - Ahora dime Pecosa ¿desde cuándo me amas? - ella se queda pensativa.

- Es difícil saberlo, hip, desde que te conocí siempre te buscaba con la mirada y me la pasaba pensando en ti, hip, hasta llegué a verte en la sopa-

- ¿En la sopa? - me río a carcajadas.

- En serio Terry, pero creo que fui totalmente consciente de amarte hasta que te vi alejarte en aquel barco - la miro confundido.

- ¿En Londres? ¿Me viste? -

- Corrí hasta el puerto apenas supe que te ibas, no quería que me dejaras...quería irme contigo - tengo que tragar duro y exhalar profundo - pero cuando llegué ya el barco había zarpado, te llamé desesperada a lo lejos, ahí supe que te amaba y que te necesitaba conmigo -