Tu armónica

19 - Acepto

Narrado por Candy

- ¡Candy! ¡Hoy te casas! - me despierta Annie de un grito, me levanto entre emocionada y asustada. Ella se sube a mi cama y me toma de la mano para que me pare encima del colchón. Comenzamos a brincar y a reírnos. Se abre la puerta y varios niños nos miran incrédulos, pero luego se nos unen saltando en la cama.

- ¿Qué está pasando aquí? - pregunta la Señorita Pony con una gran sonrisa.

- ¡Hoy se casa Candy con el amor de su vida! - grita Annie.

- Si pudiera me subiría con ustedes y también saltaría de la felicidad mi niña - dice con lágrimas en los ojos, así que todos la animamos a unirse.

- Usted puede Señorita Pony - la ayudamos a subir, mientras la Hermana María se asoma a la puerta.

- ¡Por Dios Señorita Pony se puede lastimar! - la tomamos firmemente y hacemos que brinque suavemente en la cama, por supuesto que no queremos que pase un accidente.

- ¡Suba hermana María, hoy se nos casa Candy con Terry Grandchester! Eso merece unos buenos brincos en la cama -

- ¡Jesucristo Redentor esa cama no aguantará más peso! - seguimos saltando un rato mientras que la expresión de la Hermana María se va relajando al escuchar nuestras risas.

- Bueno es un milagro que no se haya quebrado la cama, pero como a Dios no hay que forzarlo mejor nos bajamos y nos preparamos para la boda -

- Ya te están esperando Candy -

- ¿Quién?-

- Tu futura suegra con un séquito de personas más - abro los ojos como platos.

- ¿Pero quiénes son? -

- Ya verás- la Señorita Pony que aún está agitada por el ejercicio me guiña el ojo.

- Hermana vamos métete a asearte rápido- entro a la tina y me sumerjo en agua de rosas que Annie me ha preparado ¡por Dios! ¿a qué hora se habrá levantado? Me seco y me pongo una bata de baño. Salgo a mi habitación que está llena de personas, entre ellas Eleonor y la Señora Elizabeth Arden.

- Cariño, buenos días - me abraza y me da un dulce beso en la mejilla- quería darte una sorpresa, ellos vienen para ayudarte con tu arreglo, además del de tus madres y hermana -

- Muchas gracias Eleonor, no debió molestarse -

- Oh no Cariño, claro que debía- me peinan con la mitad de mi cabello en un moño alto, mientras que la otra mitad se mantiene suelto, mis ondas son formadas una por una con sumo cuidado por un asistente de la Señora Arden que es bastante simpático, así que me estoy relajando con sus comentarios.

- ¡Pero qué barbaridad! Que hermosura, nunca en mi vida he preparado a una novia tan hermosa y con tan bellos atributos por donde sea que se le mire- dice estudiándome completa, pero en vez de sentirme incómoda me da risa.

- Miky por favor-

- Está bien Señora Arden, me gusta su personalidad -

- Gracias Preciosa - me guiña el ojo.

- Ahora te maquillaré -

- No quisiera que fuera mucho maquillaje, ya es suficiente lucir tantas joyas valiosas y un vestido tan hermoso-

- Preciosa ¿qué dices? Hoy es tu día, tienes que verte espectacular para poder dejar a todos sin aliento, en especial a tu guapísimo novio-

- ¡Miky!- lo vuelve a regañar la Señora Arden mientras todas nos reímos.