Narrado por Candy
- Ahora hazme el amor como me contaste - desde que me dijo lo que quiere hacer conmigo, el anhelo me está volviendo loca, tengo una pequeña molestia pero no se comparará con el placer que sentiré en brazos de mi esposo. Él me sonríe con su mirada cazadora haciendo que mi corazón se acelere. De repente se levanta de la cama y se mete al baño, el agua de la tina comienza a sonar y mil pensamientos recorren mi mente. Al rato sale estudiando mi desnudez, no me interesa cubrirme con nada, me siento tan deseada por este hombre, que lo único que quiero es que me siga devorando con su mirada.
- Pecosa démonos un baño para que te recuperes un poco, te sentirás mejor con agua caliente - me dice acercándose con su cuerpo viril totalmente expuesto, asiento mientras lo miro sin pudor, no sé qué me pasa pero atrae mis ojos como un imán - si me aseguras que estás bien, te haré el amor como quieras - ahora mis ojos contemplan directamente su pene, él se sube a la cama y pone sus brazos a los lados de mi cuerpo.
- Enfermera ¿me está estudiando para un examen de anatomía? Porque puedo enseñarle cosas que nunca le han enseñado en una clase - me río.
- ¿Y cómo cuáles cosas?-
- Podríamos comenzar aprendiendo cómo bañarnos juntos- él me toma en brazos y me encamina al baño, entre besos y lamidas provocadoras.
- ¿Sabes que puedo caminar? - le pregunto bromeando.
- Sí aunque después de lo que quiero hacerte no creo que puedas- un calor se acumula nuevamente en mi femineidad, mientras él me coloca suavemente dentro de la tina. El agua está tibia y hay espuma. Él entra a la tina y pone sus manos en mis pies, sube lentamente por mis piernas, disfruto del toque haciendo mi cabeza hacia atrás y apoyándome contra el borde de la tina, luego él me toma de la cintura y sigue subiendo hasta mis senos que amolda a sus manos, tocando y estimulando mis pezones con su índice y su pulgar, me arqueo hacia atrás mientras él me besa el cuello con incalculable pasión - Candy Grandchester ¿lista para su clase? - me susurra.
- Ah jaaa - no puedo hacer una oración completa con tantas sensaciones y sintiendo a mi esposo desnudo sobre mi cuerpo. Él toma el jabón y comienza a pasármelo suavemente por toda mi piel. Sé que definitivamente podría acostumbrarme a esto.
- Dime si te molesta - frota mi intimidad y por supuesto que no me molesta - Por tu cara parece que no - niego con la cabeza mientras sonrío.
- Es la mejor clase que he tenido -
- Espero que sí porque ahora tienes que practicar conmigo - él me da el jabón y se acomoda al otro lado de la tina - Te advierto que es un examen y si repruebas tendrás un castigo -
- No me tientes a hacerlo mal, porque también quiero el castigo -
- No sé cómo lo haces, pero cada vez que esa boca habla te deseo más - me acerco a sus labios y los delineo con la punta de la lengua, lo beso y una idea de esas morbosas que últimamente me vienen mucho a la cabeza, me ilumina.
- ¿Te parece que comencemos por el cabello profesor? -
- Por donde quiera alumna, solo recuerde que para aprobar deberá bañarme completo- me arrodillo, mientras lo hundo un poco en el agua para lavar su cabello, mis senos quedan sobre su rostro - Veo que está superando al maestro - él comienza a juguetear con mis pechos mientras paso mis dedos por el sedoso y castaño cabello - Me estás mal acostumbrando Pecosa, ahora querré que me laves el cabello todos los días - siento como su miembro largo y duro me presiona la entrepierna.
- Haré todo lo que quieras que haga - presiono mi intimidad sobre su miembro para que entre la punta pero me retiro rápido.
- Pecosa... - exhala profundo - no juegues así conmigo - susurra con la mandíbula apretada, sé que se está conteniendo - esa es una oferta tentadora que espero que cumplas - me dice entre gruñidos de placer.
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Tu armónica
Fiksi PenggemarLemon - Terryfic Luego de casi tres años de la despedida entre Candy y Terry en Nueva York, ella recibe una carta de Susana, desatando varios acontecimientos. Lenguaje erótico solo para mayores de edad.