Capítulo 44

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Canción: Wicked Game~ Katie Kim

Canción: Wicked Game~ Katie Kim

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Capítulo dedicado a DeliaPalma

La directora entró en la enfermería sin contemplaciones a la hora del desayuno. Tanto Elián como Alena estaban en sus respectivas camas durmiendo. En la habitación no había nadie más. Estuvo a punto de despertarlos, pero cambió de opinión y salió al pasillo. La enfermera recién llegaba.

—¿Dónde estuvo toda la noche? —le reprochó.

—Durmiendo, señora Frank —respondió la mujer—. Cinco días hicieron que no me acostaba como se debe.

—Dejó sin vigilancia a esos estudiantes.

—Me encargué de sus dosis de medicina y les puse al alcance lo que necesitaban para que no tuvieran que levantarse. Les dejé normas estrictas.

Le hervía la traición en la sangre, disimulada bajo una sonrisa fría y una actitud servicial.

—Asegúrese de que están bien. Quisiera saber si ya podrían volver a su habitación.

La enfermera entrecerró los ojos.

—No es lo más recomendable. Apenas comenzaron a hacer efecto los medicamentos. Deberían pasar al menos una semana más.

—Es época de exámenes.

—Seguro que puede darles unos días extras.

—Bizancio tiene una beca. No va a perderla. Pasaré después del almuerzo.

La enfermera se quedó con la palabra en la boca. Al ver a los chicos dormidos, se dedicó a llenar unos formularios atrasados en silencio, pero después de un rato pensó que era hora de que despertaran. Les abrió los cortinados para que entrara la luz de la mañana, había niebla todavía. Cuando la luz les molestó en los ojos, se despabilaron.

—¡Buen día!, ¿descansaron? —les preguntó.

—Buen día... —se desperezó Elián, un poco más animado que el día anterior—Sí, pero aún tengo sueño.

—Yo quiero seguir durmiendo —protestó Alena tapándose la cara con la almohada.

—Lo siento, Bizancio. Pero tienes que estudiar.

—¿Usted también me va a obligar? —refunfuñó.

—Acaba de venir la directora a verlos, pero estaban dormidos. Ha dicho que debes conservar tu beca. Si no tienes nada más interesante que hacer que contar las baldosas ¿por qué no te pones?

Los dos chicos se miraron y se sonrieron, sin poder evitarlo.

—¿Quieres ayudarme con Latín?

Volo auxiliare tibi in omnes scientias.

—Ok.

—¿Entendiste lo que dije?

© La Cima de las Tormentas [COMPLETA✔ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora