- Lía
- Déjame en paz – murmure molesta abrazando mi cuerpo, quería llorar
- Por favor – mi abuelo se ponía a mi lado – déjame explicarte
- ¿Por qué no nos buscaste si estabas vivo? – grite molesta - ¿Por qué nos dejaste vivir en la calle? ¿Por qué permitiste que nos lastimaran? – mis lágrimas comenzaron a caer una tras otra
- Déjame explicarte – volvió a suplicar
Note que todos nos observaban, habían salido de la sala para presenciar como colapsaba una vez más. Suspiré y asentí bajando mi mirada. El me indico que ingresara a una de las oficinas del lugar y que tomara asiento. Me limpie el rostro, aun no podía verlo a la cara.
- Lía
- ¿Qué abuelo? – lo observe a los ojos con seriedad – dime ¿Qué es lo que quieres que sepa? Te diste por muerto, tu hijo murió y nosotros, a nosotros nos abandonaron – susurre lo último – tuve que aguantar golpes, morirme de hambre para que bruno pudiera comer, aguante el abandono por toda clase de persona y tu solo apareces, así como si nada ¿Cómo pudiste?
El me observo en silencio, había quebrantado su alma con mi calvario. Habían roto todo de mí y pretendía que perdonara así de fácil, pero así no iba conmigo esta vez.
- Lo lamento – susurro - yo pensé que dándome por muerto los salvaría
Fruncí el ceño confundía.
- ¿De qué hablas?
- La empresa – el intentaba explicar y no ponerse de golpe nervioso
- Esa empresa se encuentra maldita – agregue con gran molestia
- Lo sé – asintió bajando su mirada – pero para destruirla, te necesito
- ¿Qué? – hable confundida
- Tu eres la heredera, lía – hablo con obviedad – con tu padre hicimos ese testamento por si sucedía lo que sucedió – confeso nuevamente
- ¿y cómo supieron que estaría viva junto a bruno? – me levante de aquel sillón y comen a caminar por aquella oficina
- En realidad, te di por muerta
Voltee a verlo rápidamente, mi rostro comenzó a perder su dureza.
- Por eso no los busque – me observo con tristeza – pensé que, si eso pasaba, tu serias inteligente, que te escaparías con bruno como cuando jugábamos al ladrón y al policía ¿recuerdas?
El juego consistía en que había un motín, debía robarlo y escapar antes de que la policía me atrapara, escapar por los lugares más insólitos de la casa. Yo era el ladrón, el motín eran caramelos y él era el policía que intentaba atraparme.
Hice memoria, cada vez que nos veíamos jugábamos a eso. Recordé esa noche, cuando comencé a oír los disparos. Recode el momento exacto en que escape con bruno, ellos eran los policías y nosotros los ladrones. Escape con bruno de esas extrañas formas que había aprendido a escapar.
- Tú me entrenaste – susurre entendiendo el juego
- Te entrené para sobrevivir – confeso nuevamente – para escapar del peligro, pero en ese momento pensé que los habían raptado ya que no fuiste a ningún lugar conocido
- Fuimos – lo observé fijamente – pero estaba ese señor, Mario – recordé los golpes en mi espalda – pero de él, también tuvimos que escapar
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¿Que sabrá Neruda? - Juan Pablo Villamil
Fanfiction¿Que sabrá Neruda lo tanto que me gustas?, ¿qué sabrá? Si tan solo escribe y no sabe que te quiero. No sabe que me encanta verte llorar, que me encanta verte soñar. Neruda simplemente no sabe lo que me encantan tus labios al hablar. ¿Qué sabrá Neru...