- Villa
Suspire volteando a ver a mi amigo, el se acercaba a mi con rapidez. Estaba saboteando mi huida en busca de mi ángel.
- Isaza, ¿Qué sucede?
- ¿te ibas? – frunció el ceño confundido
- Si – asentí con rapidez
- ¿puedo acompañarte?
- ¿Por qué? – fruncí el ceño
- Me encuentro aburrido – movió sus hombros - y, además, tú y yo tenemos que hablar
- ¿De qué?
- De lo que te sucede – hablo con obviedad – así que pon en marcha el auto, iremos a dónde quieres
El solo bordeo mi carro y yo bufe, ahora debía controlarme de no salir a correr a ningún lado. Maneje hacia el convento, quería pensar que se había refugiado en los brazos de las monjitas. Ansiaba encontrarla con urgencia, aunque aún me doliera el pecho recordando aquellas imágenes.
Durante el camino no dije nada, Isaza solo puso música y se entretuvo cantando a todo pulmón por unos instantes, se lo agradecía ya que aún no quería hablar de todo lo que había sucedido.
- Espérame aquí – hable observando a la hermana Lizet, se encontraba limpiando la entrada
- Está bien – pareció no importarle nada
Bajé rápidamente y corrí cruzando la calle sin importarme el tránsito.
- Lizet
- Ay padre santísimo – se había asustado e hizo la señal de la cruz con rapidez
- Perdóname, hermana – la observe apenado
- Villa, ¿Por qué haces eso? – bufo molesta
- Lo siento, de verdad – me rasqué la nuca nervioso y comencé a observar la puerta de entrada
- ¿Qué busca? – pregunto con curiosidad
- Am – apreté mis labios por unos instantes - Lía ¿se encuentra aquí?
- No – negó rápidamente, abrí mis ojos con sorpresa y mi corazón comenzó a palpitar con fuerza – debería de estar en tu casa
- Lía se fue – confesé
- ¿Cómo que se fue? – elevo su voz impactada
Me sentía pésimo por todo.
- Espera – se relajó observando por todos lados – lía no se pudo haber ido del planeta villa
- Necesito encontrarla – suplique - ¿tienes alguna idea de donde pueda estar?
- Sam – Lizet hablo rápidamente
¿Cómo no se me había ocurrido antes? la pelirosa debía saber dónde se encontraba. Iba a cruzar la calle, pero Lizet me tomo del brazo con rapidez.
- Espera, iré contigo
Asentí, ella solo tiro todas las cosas dentro del convento, cerro la gran reja del lugar y arreglándose la túnica rosa me obligo a caminar hacia mi auto. Ella ingreso a la parte trasera mientras yo tomaba asiento en mi lugar.
- ¿hola? – Isaza frunció el ceño confundido observando a Lizet
- Am, la hermana Lizet – la señale, era extraño este momento – juan pablo Isaza – comente presentándolo
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¿Que sabrá Neruda? - Juan Pablo Villamil
Fanfiction¿Que sabrá Neruda lo tanto que me gustas?, ¿qué sabrá? Si tan solo escribe y no sabe que te quiero. No sabe que me encanta verte llorar, que me encanta verte soñar. Neruda simplemente no sabe lo que me encantan tus labios al hablar. ¿Qué sabrá Neru...