Iba por el pasillo cuando al girar la esquina vi a una chica intentando quitarse a dos de encima.
—¡Hey! Dejadla en paz —digo y veo como uno me mira sonriendo de lado
—Métete en tus asuntos y déjanos disfrutar —la miran de nuevo y veo como la intenta tocar el culo pero esta se mueve
—¿Qué os ha hecho? Seguro que nada, asquerosos de mierda —digo enfadada
—Si, nos a provocado, mira como va vestida... De puta —dice lo último mirándola y está lo intenta pegar, pero la agarra la mano
—Ay no... Ahora si os mato, asquerosos machistas de mierda, ella puede ir como le de la pura gana y no es su culpa, es vuestra por ser así y de vuestros padres por educaros de esa forma tan agilipollada —digo y la sueltan acercándose a mí
—¿Qué pasa? ¿También quieres que te toquemos? —dice el bajo estirando la mano y lo apunto con la varita
—Me tocas y te corto la mano a un centímetro por minuto —digo presionando la varita contra su pecho
—Estas muy buena —dice el otro y agarra mi cintura
—¡Desmayo! —dicen detrás suyo y lo veo caer, la chica a la que molestaban me sonríe y desmaya también al otro
—Gracias —digo y camina hasta mí
—Gracias a ti por ayudarme primero, soy Flora —me extiende la mano y se la estrecho
—Eileen —