Subí las escaleras de los chicos y me encontré a James, Remus y Peter bajando.
—Está entrenando —dice Remus
—Han cancelado los de Quidditch por un brote de mosquitos de veneno, no me se el nombre —dice James
—¿Tú no entrenas? —le pregunto y acaricia al perro
—Si, pero madrugo y los hago antes, no como tú novio —me río
—Es que se está mejor en la cama —me despido para subir
Abro la puerta y lo veo todo concentrado haciendo flexiones, camino hasta él y le pongo al perro encima, gira la cabeza y le sonrío.
—¿Cuándo has entrado? —pregunta flexionando los brazo y haciendo la plancha
—Ahora mismo —digo y el perro se baja para subir a su cama
—¿Me ayudas? —pregunta girandose
—Claro, ¿en qué? —
—Apóyate en mis pies para que no me mueva porfa —pide y pongo las rodillas sobre sus pies, me sonríe y empieza a hacer abdominales, me mira y hace morritos, lo beso y baja de nuevo
Unos minutos después
—¿Cuántos más Sirius? —pregunto
—93... 94... 95.. 96... 97... 98... 98... 99...y 100 —se tumba extendiendo los brazos y sonrío
—¿A que estoy bueno? —pregunta y miro su abdomen
—Mucho —susurro y sonríe, el perro se le sube encima y le lame la cara
—Hola Canis —saluda y me siento en su cama
—Voy a estirar —dice levantándose
Unos minutos después
—Muñequita, pásame una camiseta limpia porfa —pide y lo hago, se la doy, me guiña el ojo y entra al baño