Estaba bailando con Sirius y riendo cuando James nos llamó.
—Vamos fuera que hace calor, ¿os venís? —pregunta y negamos
Media hora después
—Hola hermosa —dice uno poniéndome la mano en la cintura, Sirius tira de mi mano y me pega a su pecho
—Déjala —dice serio y el señor y su acompañante ríen
—Sólo nos queremos divertir un rato... Ella lo pasará bien —dice arrastrando las palabras y yo aprieto la mano de Sirius cuando el señor me agarra del brazo
—No te voy a soltar muñequita —dice Sirius esta vez agarrando mi cintura fuerte
—Venga, lárgate eres un puberto que no sabe divertirse, solo será una hora te pagamos si quieres —dice el otro señor y Sirius en pone detrás suyo, yo suelto un sollozo y lo agarro de la camiseta
—¡Largaros de aquí ya u os rompo los vasos en la puta cabeza! —dice Sirius apretando el vaso y ellos se miran y sonríen
—Nos vamos con ella —dice el mayor intentando agarrarme del brazo
—¡QUE OS LARGUEIS! —grita Sirius, oigo un gruñido y el vaso que tenía en la mano estalla, ellos retroceden y caen al suelo
—Vámonos de aquí —dice Sirius tirando de mi hasta el pasadizo
Cierra la entrada detras nuestro y lo abrazo, el me acaricia la cabeza y sonrío.
—Gracias —digo y noto como aún tiene la respiración acelerada
—Nunca dejaría que te lastimaran pequeña —dice y al separarnos veo como de su mano gotea un líquido
Me empuja por otro pasadizo y aparecemos en, ¿una farmacia? Lo miro extrañada y agarra alcohol, pinzas y vendas.
—No es la primera vez que venimos a una fiesta y acabamos con heridas muñequita —dice y suspiro
—Déjame a mí —agarro las pinzas, le quito los trozitos de cristal y sonríe
—¡Au! —dice y sonrío
—No llores, estás conmigo, no te va a pasar nada si estoy yo —dice secándome una lágrima y le hecho alcohol, me río de su cara y niega
Le vendo y sonríe, me acaricia la cara y lo abrazo.