Estábamos Sirius y yo dando un paseo por Hogsmeade cuando oímos un gran estruendo y a unos metros nuestros se empezó a quemar y derribar una tienda que llevaba cerrada por lo que me habían dicho más de ocho años. Nos quedamos mirándolo y vimos a los chicos venir hacia nosotros.
—Es fuego maldito, se lo he oído a McGonagall —dice James llegando
—¡Guau! —oímos y nos giramos todos
—¡GUAU! ¡GUAU! —empecé a correr hacia la casa
—¡¡EILEEN!! —gritan detrás mío y entro en ella
Di un paso atrás y un trozo de techo se cayó, andé rápido y vi aún cachorro de perrito encojido en medio de una sala, asusdao y temblando, el humo hacia que me picasen los ojos, me acerqué a él y lo agarré, me miró asustado y cuando lo tapé con mi ropa estaba temblando más. Caminé hasta la salida y un trozo de madera cayó a mi lado quemandome parte del pantalón. Corrí a la salida y cuando había menos llamas salté y caí al suelo de espaldas.
—¡Eileen! —gritan llorando a mi lado y lo miro, sonrío y enseño al cachorro
—Lo he salvado —susurro y me abraza
—Echadla agua, rápido —dicen y siento como mi cuerpo deja de quemar, también se lo hechan al perrito y cuando lo están por agarrar este se aferra más a mí
—Muñequita... —dice Sirius y me levantan, me abraza pegándome a su pecho y se acercan los profesores
—Marsh, venga conmigo, necesita ir a la enfermería, y ese perro también, allí hablaremos mejor —dice McGonagall y la seguimos
