Era de noche y había bajado a beber agua cuando sentí unas manos en mi cintura.
—Hola muñequita —susurran en mi oído y yo me atraganto con él agua
—¿Quieres ahogarme? —pregunto y abre la boca para contestar pero se la tapo
—Como lo digas te pego una patada en los huevos Black —digo y levanta las manos
—Y que sepas, que antes de hacerlo contigo me voy con el calamar gigante al fondo del lago —digo y se lleva la mano al pecho
—Pero si no sabes nadar —dice y salgo de la cocina
—Por eso —digo y se pone a mi lado
Quince minutos después
—Que salgas de la habitación —digo y se ríe sentándose en la mesa
—No —dice y mira el techo, la cara se le cambia de golpe y suspira
—Hey, ¿estás bien? —pregunto poniéndome delante suyo y me mira a los ojos
—Si... ¿Te puedo contar algo? —pregunta y asineto, nos sentamos en la cama y suspira mirándose las manos
—Sirius, ¿qué pasa? —pregunto y me da la mano, las miro y sonrío de lado
—Yo... Me he escapado de casa, es que... No aguanto más a mi madre, no hay ser vivo que aguante a esa arpía asquerosa —veo como le cae una lágrima y se la seco
—¿Y te estás quedando con James? —asiente y sonríe, nos quedamos unos minutos en silencio, el miraba nuestras manos y yo al suelo, pero a él de reojo
—¿Me puedes dar un abrazo? Por favor... —pregunta y me levanto para ponerme entre sus piernas y abrazarlo, sonríe y le acaricio el pelo
Unas horas después
Sirius y yo hablamos más de dos horas, pero se quedó dormido asi que lo tapé y me fui a la otra cama (ya que era la habitación de invitados y había dos)
