Capítulo 19.

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El reloj marcaba medo día y con ello el fin de las clases. Rubén se había apresurado a salir lo más pronto posible del salón en busca del pelinegro, debía hablar con él y debía hacerlo lo más pronto posible. Corrió por unos cuantos pasillos hasta que lo encontró caminando junto con Luzu, sin pensarlo, lo llamó haciéndolo detener.

– ¡SAMUEL! – gritó. El pelinegro se quedó estático un momento para después voltear a verlo. El castaño por su parte decidió seguir su camino para no interrumpirlos.

–... Samuel, ¿pasó algo? ¿estás molestó conmigo? – preguntó el peliblanco con una expresión triste en su mirada. Samuel desvío la mirada, no podía verlo a los ojos, sentía unas incontrolables ganas de llorar y no quería hacerlo.

– no Rubén... – el pelinegro no sabía cómo continuar, el nudo en su garganta se hacía cada vez más fuerte.

– ¿Entonces? Te desapareciste y me preocupé, no volviste a responderme ningún mensaje y ninguna llamada, pensé que te había pasado algo o qué yo la había regado. Samuel, me preocupa que te pase algo. –

– Rubén – una pequeña lagrima rodó por la mejilla del oji amatista – es mejor que no volvamos a hablar – y con esto último, el pelinegro salió caminando apresuradamente del lugar. No quería cortar la amistad con el de ojos esmeralda, no quería, le dolía mucho hacerlo, le había tomado demasiado cariño en poco tiempo, pero no quería tener problemas con su pareja, tenía miedo de lo que esté fuera capaz de hacerle, así que prefería tomar esa decisión.

El peliblanco quedó estático, no comprendía que había pasado, unas pequeñas lágrimas empezaron a correr por sus mejillas, ¿Qué mierda pasó? No podía entender en qué momento todo se arruinó, ¿el enserio hizo algo mal con el pelinegro? En todo el tiempo que estuvieron hablando trató de ser amable y hacerlo reír con comentarios y anécdotas tontas, por lo que no comprendía en que punto metió la pata.

Se fue del lugar con pasos lentos. Sus amigos lo alcanzaron haciendo comentarios burlones, pero al ver el estado en que se encontraba el peliblanco, optaron por guardar silencio y darle un pequeño abrazo, el oji esmeralda necesitaba apoyo y ellos se lo darían.


⭐⭐⭐


– Samuel, ¿estás seguro de lo que estás haciendo? – preguntaba Luzu a su amigo. Se encontraban ya en el trabajo en su turno de la tarde.

–... si – respondía el pelinegro con cierta duda en su respuesta – Rubén me gusta, lo admito Luzu, pero yo estoy con mi pareja y estoy enamorado de él. Es lo mejor –

El castaño quedó pensativo, tan solo recordar el hecho de que sabía que la pareja del pelinegro le era infiel le hacía hervir la sangre, pues Samuel se estaba negando una oportunidad por alguien que ni lo respetaba. Aun sabiendo ello, tenía que tomar el tema con mucha discreción. - ¿estás seguro de que estas enamorado? - preguntó cautelosamente.

–... s-si claro –

– ¿totalmente seguro? – volvió a preguntar el castaño.

– Luzu, llevó 3 años de relación con mi pareja, es tiempo suficiente para saber que lo amo. – el pelinegro se estaba empezando a molestar por las preguntas del castaño.

– vale, pero si eso fuese cierto – el castaño se acercó a su amigo – no lo hubieses dudado – finalizó el ojiazul. Samuel tan solo desvío su mirada a otro punto del lugar para adentrarse en sus pensamientos. Quería negar esas palabras.

Sin embargo, no respondió nada. El castaño era muy cauteloso al momento de hablar y sabía que podía sacarle más información de la que él quisiese comentar en ese momento.

– Samu mira, no quiero que te sientas mal ni te mates la cabeza, pero piensa en esto que estamos hablando. El amor no se mide por tiempo, no se calcula por cuántos meses o años has estado con tu novio; existen muchas relaciones que llevan años juntos, pero no hay amor, así como existen otras que llevan unos cuantos meses, pero ya hay amor. No me respondas nada si no quieres hacerlo, pero piénsalo por favor – finalizó el castaño.

Esas palabras habían quedado en el pensamiento del pelinegro. La respuesta en el fondo ya la sabía, sabía que no estaba enamorado; cada día se hacía creer a si mismo que si lo estaba. Se mentía, pues tenía miedo del mundo y pensaba que hacía lo correcto. Pero desde que Nicolás empiezo con los maltratos físicos, la duda en Samuel empezó a volverse cada vez más y más grande, ¿eso era amor?  


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ay mami Luzu xd

hasta aquí el primer cap de hoy 😊 

cortito, pero el siguiente si más largo xd

Junto a ti, en otra vida | RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora