Capítulo 26

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Pasaron unos días después de aquel encuentro. Tanto Rubén como Samuel no se habían vuelto a hablar, pues el peliblanco se sentía aun molesto por el comportamiento de Nicolás y no quería presionar o hacer sentir peor al pelinegro; tampoco se habían topado por la universidad, y esta vez, Samuel quería hablar con Rubén en persona.

Una tarde saliendo de clase junto a su amigo Borja, ambos divisaron al peliblanco en el campus del lugar sentado viendo al cielo. Sin dudarlo, el pelinegro se acercó a él.

– Rubén – lo llamó. Este se sorprendió un poco, pero se levantó del suelo para prestar su atención a él – ¿por qué lo hiciste? No debiste, no había necesidad, son mis problemas, no puedo meterte en ellos –

– respóndeme algo – ignorando sus palabras preguntó – ¿continuas con él verdad? –

– ... – la pregunta tomó por sorpresa al pelinegro. Un sentimiento de vacío se generó. No podía mentir – si –

El oji esmeralda volteó la mirada y se dispuso a irse. Pero antes de dar un paso, el pelinegro lo detuvo.

– ¡Rubén basta ya! – gritó – ¡Es asunto mío! ¡Yo veo como lo resuelvo! –

– ¿y cómo lo resuelves? ¿dejándote golpear como si no valieras nada? – confrontó con un tono que reflejaba el enojo que sentía en ese momento.

– ... no es fácil para mí –

– No, yo sé que no es fácil, ¿pero por cuanto tiempo más piensas seguir soportando? ¿hasta que al tipo se le pase la mano y acabe contigo? ¿eso esperas? –

– Eso no es verdad, hasta allá no llegaría – titubeó apartando la mirada del peliblanco.

– Por Dios, Samuel, ¿crees que el tipo va a tener consideración contigo? –

– y a ti que te importa ese hecho! –

– ¡Me importa porque te amo! – Silenció. Por la acalorada discusión, Rubén no midió las palabras con las cuales se estaba expresando, dando a conocer el sentimiento más profundo que tenía por el pelinegro. Este último abrió sus ojos en forma de sorpresa, no se esperaba aquella confesión, para nada.

– ... Te amo Samuel, no sé en qué momento me enamoré de ti, pero así pasó y me duele ver que sufres en silencio sin yo poder hacer algo al respecto – el peliblanco guardó silencio unos segundos – Lo siento, no debí haber dicho esto... olvídalo por favor ¿vale? – Y sin esperar una respuesta, salió del lugar. Dejando a un confundido Samuel y a un asombrado Luzu quien se había mantenido al margen en toda la discusión.


⭐⭐⭐


Si iban a actuar, ese momento era ahora. Borja junto a Raúl se encontraban en el centro comercial de la ciudad. Después de la discusión entre Samuel y Rubén, el primero se fue a su departamento a descansar, necesitaba relajarse, pero Luzu aprovechó esto para convencer a su amigo que la mejor distracción sería acompañarlo a él junto al moreno de piercing a dar una vuelta por el centro comercial. Tenían clases, si, pero ese día decidieron no asistir por todo lo que había pasado en tan solo unos minutos. Pues a Samuel le era difícil poner en orden sus pensamientos, peor ahora por la inesperada confesión del peliblanco; ya sabía que se gustaban entre sí, pero no que el de ojos esmeralda sintiera algo mucho más profundo por Samuel.

El castaño junto al moreno esperaba que en cualquier momento llegara el de ojos amatista. Tenían un plan trazado, pues días antes, Manuel forzó una salida grupal con su niña, Nicolás y Alexa para ir al cine y por helado; la idea fue de Miguel, quien al ver como no lograban sacar sutilmente el tema de los paraderos de Nicolás, decidió contarle del plan a su niña para que esté se lo propusiera.

Por lo que ahora Luzu y Raúl se encontraban a una distancia prudente del local de helados donde se dirigirán las otras parejas en cuanto salieran del cine. Luzu se sentía ansioso y preocupado, sabía que esto sería algo bastante fuerte para Samuel, pero tenía plena confianza en que con ello, finalmente el pelinegro tuviera el valor suficiente para cortar con su relación. Tal vez estaba forzando un poco los hechos, pero prefería eso a seguir viendo cómo Samuel trataba de disimular los golpes y las ojeras con maquillaje.

Finalmente, el grupo de enamorados salió de la función dirigiéndose inmediatamente a la heladería propuesta por el pelirrojo. El ojiazul empezó a sentirse aún más ansioso y preocupado, pues Samuel aún no aparecía.

Cuando presenciaron como Nicolás tomaba delicadamente a su acompañante para abrazarla y repartirle cariñosos besos por todo su rostro, muy cerca de ellos escucharon un claro quejido. Samuel había llegado justo en ese momento para presenciar aquella escena. Este no se percató de la presencia de su amigo a unos pasos, cuando reconoció a su pareja y lo vio siéndole infiel, todo a su alrededor se esfumó. Con torpes pasos se acercó a la pareja. En cuanto Nicolás lo reconoció se asombró al instante y trató de alejar a la joven, pero ya era muy tarde, el pelinegro había visto lo suficiente, le había atrapado con las manos en la masa.

No pronunció ni una palabra. Tan solo los vio, hizo acto de presencia frente a ellos para darle a entender a su ahora ex pareja que los había atrapado, y seguidamente se retiró. Nicolás pensó en seguirlo, pero se suponía que él no tenía alguna otra pareja más que la castaña que lo acompañaba en ese momento. Por lo que se contuvo y prefirió esperar hasta la noche para arreglar el "mal entendido" con Samuel.

El pelinegro se marchó a pasos apresurados del lugar, y ese era el momento en el que entraba Alex. Pues la siguiente parte del plan era encontrarse casualmente con él y Rubén, justo después de que Samuel se enterará del engaño de su pareja. Tenían pensado estar junto al pelinegro en ese momento para asegurarse de que se encontrarán con ellos en cualquier momento. Pero el plan había cambiado inesperadamente. El castaño rápidamente tomó su teléfono, escribió a Álex la dirección en la que se había ido Samuel, y rogaba porque estos dos se encontrarán casualmente con el último antes de que este abandonara el centro comercial.

Y como si los dioses lo hubiesen escuchado, así fue.

Alex, al momento de recibir el mensaje, apresuró la caminata que tenía con Rubén hacía la puerta de acceso al centro comercial más cercana a la heladería. En pocos momentos, vieron como Samuel corría llorando para salir del lugar. Rubén, al reconocerlo, empezó a correr tras él olvidándose por completo de su amigo. El más bajo suspiró. Esperaba que lograra alcanzarlo y rogaba porque todo entre esos dos saliera bien. 


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No me maten :(

explicaré lo que pasó aquí, Luzu no pretendía causarle más daño a Samuel, es solo que hay personas que no creen en chismes, y también personas que no hacen algún acción hasta que algo más los impulse. 

A Samuel le pasa ambos hechos, por eso Luzu optó por mostrarle de frente lo que ocurría con su pareja; ya que sabia que si solo se lo contaba, Samuel podría hacer caso omiso y seguir como si nada.

Puede ser algo feo, pero a veces el dolor ayudar a avanzar.


Lo bueno, ya logró terminar con aquello que lo mataba por dentro :3

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Junto a ti, en otra vida | RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora