001. days gone bye.

33.8K 2.5K 8.4K
                                    

CHAPTER ONE,
los viejos tiempos

CHAPTER ONE,los viejos tiempos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂




















⋆ ˖ ࿐໋ ˖

Siempre hay ese último suspiro.

Ese, ese suspiro agonizante, despiadado y audible. No importa dónde estás, ni cómo te sientes ni qué tal te encuentras.

Siempre hay ese último suspiro antes de llorar.

Estaba oscureciendo, lo sabía. La ventana del auto estaba ligeramente entreabierta. Y esta desprendía una brisa fría, que hormigueaba desde mi nuca hasta mis tobillos.

El auto me abrazaba en un calor algo familiar, como el de un hogar, pero me veía incapaz de siquiera pensar en esas palabras justo ahora.

Cubría mis oídos como una niña pequeña. Demasiado asustada como para cruzar la puerta del auto.

Inhale con fuerza y oculte mi cabeza entre mis rodillas. Tratando de perderme en mi misma y olvidar todos esos gritos provenientes de mi casa.

Recordar cómo se sintió ese día, por siempre impregnado en mi memoria, es sentir como una cascada llena de sentimientos que no deseo recordar.

Las lagrimas caían por todo mi rostro, nublando mi vista y provocando que los sollozos volvieran, cada vez más audibles.

Cubrí mi boca con ambas manos para que no saliera ni uno mas. Más fue en vano, yo simplemente no podía dejar de llorar.

Los gritos retumbaban por las paredes de mi hogar, sintiéndose vacíos, simplemente gritos que quedarían en mi memoria hasta que de mi último suspiro.

Nunca olvidaría la gruesa voz de ese hombre, que atormentaba en mis más horribles pesadillas, que resonaba en las profundidades de mi mente y que sabía qué tal vez un día volvería a escuchar.

Podía sentir que todo mi cuerpo temblaba y mi llanto comenzaba a notarse. Pase mis manos por todo mi rostro, tratando de detener la avalancha de lágrimas que caían sobre mis mejillas.

Aún podía oír el llanto de mi hermano, oh mi hermano, solo tenía dos años de edad cuando todo esto comenzó.

Mi padre le pedía a ese hombre que se calmara, pero este no parecía estar de acuerdo. Gritaba cosas que no entendía, incluso eso, podía oírlo mencionar mi nombre.

Su voz.

Reconocerla me era fácil, podía reconocerla perfectamente, y podría hacerlo en cualquier lugar en el mundo. Pero la curiosidad abundaba en mi cada vez que lo recordaba.

CHRISTIAN GIRL:  carl grimes, twd. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora