all my devotion, all my faith, are gone with the dust of my dead body
#1 en walkers 30.07.21
#1 en caminantes 01.11.21
#1 en carlgrimesxoc 04.11.21
#1 en nataliadyer 08.11.21
#1 en twdfanfiction 08.11.21
#1 en carlgrimesfanfic 14.11.21
#1 en morriso...
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❪ aclaración: este capítulo no existe en the walking dead, es un capítulo totalmente sacado de mi cabeza y se narrará en tercera persona, desde el punto de vista de carl ❫ ▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
( comenten todo lo que les llegue a la cabeza, llegaremos a 1K de comentarios y no se valen cosas random y/o letras ) ♡︎♡︎
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Sorbió su nariz de una manera agonizante, frágil, sintiendo como las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas y a invadir su vista, impidiéndole ver del todo bien.
Carl estaba encerrado en su habitación, abrazando sus propias rodillas a su pecho y apoyando sus manos sobre estas.
No sabía cuánto tiempo llevaba llorando, variaba entre tres o cuatro horas. Fuera cual fuera su tiempo ahí, no planeaba salir por un par de horas más.
No quería salir de su habitación, no sabiendo que Janelle estaría con Ron. Los había visto esa misma mañana, riéndose, sonriendo y jugueteando entre ellos.
Y tras ver aquel escenario, Carl no pudo evitar sentir una punzada en el pecho. Como sí los trozos que habían quedado de su corazón destrozado se partieran en pedazos, de nuevo.
Dolía. Dolía como no lo había hecho en muchísimo tiempo.
A decir verdad, no estaba listo para evocar todos esos recuerdos juntos de golpe. Recuerdos felices, únicos en casi toda la infancia de ambos niños, enamorados uno del otro desde que recordaban la vida feliz. Cuando no estaban rotos...
El aroma de las mañanas después de la lluvia, impregnadas por siempre en las profundidades de su mente. Eran dignas de la admiración completa por parte de Carl, adoraba el olor a tierra mojada desde temprana a edad, y siempre creyó que no había nada en el mundo que pudiera mejorar aquella sensación.
Hasta que se dio cuenta de que estaba completamente equivocado. Pues sí existía algo capaz de mejorar las mañanas después de la lluvia.
Janelle a su lado, abrazada a su piel o simplemente sintiendo su respiración sobre el hueco de su cuello.
Era la mejor sensación de todo el mundo a los ojos del chico de sombrero, indescriptible y caóticamente perfecto.
No estaba listo para olvidar todo eso, y lo abrumaba. Le abrumaba saber que quizás nunca estaría listo para hacerlo, y que cada vez que estos recuerdos llegaran a su cabeza, se encerraría a llorar. Como lo hacía ahora.
