Epílogo

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El amanecer llegó a las tierras del reino, uno del que todos disfrutaron mucho los últimos meses, aquel que creían perdido.

El malvado Esgath y la perversa Shenzi se fueron para siempre, aunque el malvado Esgath no se fue del todo, solo su maldad, él junto a sus hienas se quedaron a vivir en la Roca del Rey, pese a que fue difícil acostumbrarse a vivir juntos, ambas especies aprendieron a convivir.
Esgath de hecho se volvió un gran amigo de Simba, él permitió que se quedara en agradecimiento por la ayuda que prestó en la recuperación de las praderas.

El rey Barack junto a sus leonas regresaron al reino, aunque las familias de todos los que murieron sufrieron mucho, les alivió saber que su sacrificio valió la pena, logró la recuperación de todo un reino, cumpliendo heroicamente con el objetivo planteado.

Aunque en las praderas eran pocos, las cosas parecen haber mejorado cuando los hijos de Kiara y Kovu llegaron al mundo, tres pequeños cachorros alegres y con mucha energía.
Kiara y Kovu tenían unos rostros de felicidad nunca antes vistos, se mantenían todo el día con sus hijos, hablando de diversas cosas o si no jugando, haciendo todo tipo de actividades familiares.
Nala y Simba observaban con orgullo a los futuros reyes de las praderas, aunque aún le dolía la pérdida de Tama, no se sentía triste, era un sentimiento raro que Nala no sabía cómo describir, Kula tardó mucho en aceptar que Tama se había ido, pasó noches enteras llorando, pero con el tiempo, se pudo recuperar.

Luego la vida fue buena con todos los demás, Kula se casó de nuevo, esta vez con un león que conoció  en el otro reino, ambos se enamoraron casi tan rápido como Kiara de Kovu, todos cooperan en las praderas.

Nala miraba extrañada el nuevo estilo de vida que ahora vivían, Timón, Pumba y Vitani regresaron a las praderas, la vida estaba bastante tranquila, le sorprendía como ahora podían convivir con las hienas, al enterarse de que no son malas realmente.

La muerte de Tama afectó mucho a Nala, pues fue su amiga desde que eran cachorras, pero se siente muy agradecida con ella y con los demás que dieron su vida para recuperar el reino.
Nala se pasa ahora mucho más tiempo con Simba, su rutina se volvió algo aburrida, eso podrían pensar los demás, sin embargo, debido a todo lo que vivieron con Esgath y Shenzi, una rutina aburrida no suena tan mal.
Sarabi ya no es tan activa como antes, pues su edad ya no se lo permite, pero siempre observa atentamente a todos alentandolos a seguir adelante.

Nala lamenta que las cosas hayan tenido que ser así, todo lo que vivió logró enseñarle que se aprende mediante las malas experiencias, la travesía que vivió junto a Simba le sirvió para enseñarle que si vive temerosa por el futuro nunca podrá vivir el presente, y la constante preocupación de los hechos futuros no la mantendrán en paz.
Fue gracias a ello, que Nala en toda su vida no volvió a presenciar o tan siquiera soñar con el futuro, se siente muy agradecida con eso.

Una noche, que estaba siendo bañada por la luz de la luna y las estrellas, todos se reunieron, y rugieron en honor a todos los caídos, y también en agradecimiento a los dioses por haberles dado la oportunidad de continuar con su vida.
La enseñanza que les dejó aquella terrible experiencia, podría ser, la más importante de todas las que han aprendido....
FIN.

El Rey León 3: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora