Capítulo 27

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De una manera demasiado poco inusual, el grupo de leones formó una alineación junto a las hienas, nadie sabía si era prudente confiar en las hienas, sin embargo, ahora serían de gran ayuda para lograr recuperar la Roca del Rey.
Simba, Nala y el rey Barack encabezaban la formación, iban todos aún ritmo lento, dirigiéndose lentamente hacia la Roca.
Una vez que se acercaron lo suficiente, no pasó mucho para que Shenzi saliera.
¡Shenzi, tenemos que hablar!—gritó Simba.
—Vaya, vaya, pero miren a quienes tenemos aquí —dijo Shenzi para sí misma— ¡Habla!
— Les pedimos amablemente que por favor, se retiren de nuestro hogar, si se rehúsan tendremos que usar la fuerza.
Las hienas de Shenzi estaban preparadas para atacar, pero no lo harían hasta ver la señal de su líder, muchos miraban con dolor y muchos otros con odio a sus ex compañeros, los cuales ahora forman parte de los leones.

No me hagas reír —respondió—ni en tus mejores sueños podrías recuperar este lugar, y te recuerdo que este lugar es ahora mi hogar —dijo con notoria confianza.

— Entonces, no tenemos opción —dijo Simba.
Ambos bandos se observaban fijamente, sin mover un solo músculo, a la expectativa de que sucedería, los nervios se los comían enteros por dentro, parecía que esperaban que uno de ambos atacara, Nala miró a Simba.
—Simba —dijo ella.
—Lo se, solo espera un momento —reapondió el león.
—Recuerden todos, no duden en matarlos, ellos no lo dudarán —mencionó el rey Barack a sus leones.

Simba y Nala, se fueron en grupo junto a 6 leones y 4 leonas.
Kiara se fue en un grupo junto a 5 leones y 5 leonas.
Esgath se fue con todas sus hienas formando un grupo de 20 hienas.
El rey Barack se fue en un grupo de 10 leones y 10 leonas.
Tama, Kula, Kovu y Sarabi se fueron en grupo junto a otros 5 leones, ya se habían acostumbrado a trabajar juntos.
Los demás leones formaron un grupo grande el cual se iba a encargar de eliminar a las hienas del frente, los demás grupos pequeños se irían por los costados.
Ese era el plan, esperaban que funcionara.

Shenzi no quiso esperar más.

— ¡Matenlos a todos! —gritó Shenzi— no quiero ver a ninguno de ellos con vida.
Fue entonces que dos grupos de hienas de 15 cada uno comenzaron a correr hacia el grupo de Simba y Nala.
— ¡Ataquen! —gritó Simba mientras comenzaba a correr también.
Los leones corrieron directamente a las hienas mientras gritaban.
Ambos grupos se chocaron, lo zarpazos se comenzaron a dar.
Las hienas eran fuertes, atacaron de forma lista, se concentraron en derribar a los leones más grandes, intentando así hacer más fácil su batalla, sin embargo, por desgracia para ellos, eran demasiados, impidiendo que muchas lograran su objetivo.
Por parte de los leones, muchos ya estaban heridos, pero no de gravedad, solo tenían muchos zarpazos en el cuerpo, dolían, pero no era suficiente para derrotarlos.
Simba y Nala junto a un grupo de leones y leonas estaban luchando contra un grupo de hienas en donde todas eran muy rápidas, Nala había recibido muchos golpes en el estómago.
Debido a la velocidad y fuerza de las hienas muchas leonas habían caído, posiblemente la mayoría habían muerto.
Nala derribo a una hiena bastante grande, estaba logrando mantenerla en el suelo, pero fue golpeada bruscamente por dos hienas que fueron a ayudar a su compañera, ella gruñó y se levantó.
Barack junto a sus leones estaban acabando con muchas hienas, su ataque se enfocaba en esquivar y luego golpear, logrando así no recibir demasiados daños a su grupo.
Esgath junto a sus hienas se unieron a la batalla, aunque les dolía mucho lo que hacían, sabían que era lo mejor, las hienas de Shenzi atacaban con furia, ellos solo las derribaban evitando matarlas, esto molestó a Esgath.
Matenlas, ellas ya no son nuestras compañeras —dijo Esgath a sus hienas.
Ellos, dejando de lado sus sentimientos, degollaron a las hienas de Shenzi que estaban en el suelo.

El Rey León 3: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora