—¡Hola muchachos! —Saludó Marcie con una sonrisa—. ¡Que increíble reunirnos después de tanto tiempo!
—¿Cómo te ha ido, Marcie? —le preguntó Aida a la chica mientras esta se sentaba.
—¡Bien! Tuve la suerte de ganarme una beca para ir a Francia ¿Y ustedes? ¿Qué han hecho?
—Samanta vive en San Francisco, yo soy la organizadora de eventos del pueblo, Kelly trabaja como enfermera, Davon estudia para policía, Peny es artista y Aaron y Larissa se casaron —respondió Aida algo emocionada.
—¿Se casaron? —Nos miró con una sonrisa y llena de sorpresa—. ¡Qué bien! ¡Los felicito!
—Gracias —le respondió Aaron inmediatamente.
La música empezó a sonar y todos sacudían la cabeza al ritmo del suave jazz, rápidamente las personas se abalanzaron sobre la mesa para invitar a Marcie a Bailar, para mi decepción escogió a Aaron para bailar.
—¿Pero qué diablos...? —Preguntó Samanta sorprendida—. ¿Por qué la invito a ella y no a ti?
—Tal vez porque no se bailar ¿Recuerdas cómo le pise los pies a Steve en el baile?
—¡Cierto! ¿Por qué no vino?
—Su novia está a nada de dar a luz así que...
Una cálida mano se colocó sobre mi hombro y yo giré mi cabeza algo sorprendida.
—¿Bailas Married? —me preguntó Alexander con una sonrisa que derritió a todas las chicas de la mesa.
Observé a Aaron un momento, quien no dejaba de sonreírle y de hablar con Marcie demasiado cerca de mi gusto, asentí con la cabeza y caminamos hasta un lado de la pista bajo la atenta mirada de todos.
—Te advierto que no se bailar —le susurré con pena.
—Solo sigue mis pies, yo te enseño —me replicó con cierta picardía, picardía que me trajo recuerdos y que me erizó un poco—, ¿Te gusta que te enseñe, cierto? —apretó con suavidad mis brazos para sentir mi piel.
Rodeó mi cintura con su brazo y unió su mano con la mía, sus piernas se comenzaron a mover y juntos empezamos a balancearnos con el ritmo de la música.
—Así que también te gustó Marcie —murmuré rompiendo un poco la tensión entre los dos.
—Es hermosa y no te lo negaré, además no estoy en ninguna relación así que ¿Por qué no?
Mi rostro cambió por completo, me puse seria.
—Tienes razón...
—¿Qué? ¿Te molesta que consiga otra mujer? —Pregunto con el ceño fruncido—. Porque te recuerdo que tu estas casada.
—No he dicho nada...
—Tienes razón, no has dicho nada, pero tu expresión lo dice todo.
Giré mi cabeza hacia un lado para cortar el contacto visual pero fue una mala idea, ya que tuve que apreciar el rostro de Aaron peligrosamente cerca al de Marcie, me detuve en seco.
—¿Qué? —me preguntó Alexander confundido.
—Será mejor que me vaya —me alejé de golpe—. No me siento bien...
—¿Sucede algo que no sepa? —empezó a acercarse de nuevo a mí.
—Eso... eso da igual —lo miré un segundo antes de alejarme y caminar hacia la mesa.
No me molestaba que Aaron estuviera tan cerca de Marcie, me molestaba que lo hiciera frente a todos, mis ex compañeros solo me miraban casi como preguntándose ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué su esposo baila con otra chica? Y eso me molestó, pero el comentario de Alexander, el insinuar que iba a meterse con ella me molestó aún más, no sabía porque a pesar de que él tenía razón, yo estaba casada y él tenía derecho pero ¿Por qué con Marcie? Esa chica me hizo sentir inferior, me hizo sentir menos frente a mi esposo, eso no me gustó para nada, cuando Aaron volvió a la mesa le pedí que nos fuéramos pero él se negó, yo no dude, me coloqué de pie, agarré mi bolso y crucé el umbral sola, él no me persiguió.
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entre libros
Romance"Erase una vez una chica que se casó joven y después encontró al amor de su vida" Para La joven y recién casada Larissa Novak su vida había sido perfecta, se acababa de casar con su primer amor de secundaria y trabaja como bibliotecaria en su antig...