capitulo 28

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Yo lo miré con los ojos completamente abiertos, sorprendida por su petición.

—Alex tu... ¿Tú estarías dispuesto a eso por mí?

—A lo que sea dulzura.

—¿Por qué quieres hacer algo como eso?

—Porque estoy cansado de ver como las personas que nos rodean te hacen sentir como menos y nos juzgan por estar juntos, no podemos cambiar sus formas de pensar pero si podemos huir de lo que nos aflige y nos lastima, comenzar como si nada de nuestro pasado hubiera sucedido y presentarnos ante el mundo sin temor de que piensen ¿Ella no era la que estaba casada con Aaron? O ¿él no es el amante que tuvo cuando trabajo en la escuela?

—¿Y el asunto de la demanda de Aaron que voy a organizar con Marcie?

—Podrás manejar ese asunto desde otro lugar, dejar a Marcie delante de eso y concentrarnos en nosotros, es lo único que me importa ahora mismo.

—¿Y tus padres?

—¿Qué me podrían dar ellos que te reemplace a ti? Nada, Larissa, yo para ellos soy un simple heredero, nada más, una inversión que hicieron para cuidar su fortuna a largo plazo, solo eso.

Yo lo admiraba tratando de analizar sus palabras, tratando de descubrir si había alguna trampa en su proposición, pero su mirada se veía suplicante, casi con miedo, yo le sonreí para tranquilizarlo.

—Pero debemos contarle a mi madre.

—Dulzura ¿Qué parte de fugarnos no has comprendido?

—Lo sé —solté una risita—. Pero es lo justo, si quiera que ella lo sepa.

—Está bien, pero no me importara si se niega, te llevaré conmigo de todas formas.

—Por mí seria un placer ser llevada por usted, señor Pierre.

Alexander se quedó a dormir esa noche, dormimos desnudos, abrazados y envueltos por un aura de paz creada después de decidir nuestro futuro, el cual sería lejos de aquí.

Inmediatamente despertamos Alexander se vio obligado a enfrentarse a mi madre, tomamos asiento frente a ella y por primera vez desde que lo conozco, pude ver a Alexander nervioso.

—No —sentenció mi madre.

—Pero señora Novak yo—

—Escucha Alex, me agradas y lo sabes muy bien pero ¿Llevarte a Larissa? ¡Por supuesto que no!

—Mamá por favor...

Mi madre me miró con tristeza, sabía que era difícil para ella pero necesitaba que me dejara ir y yo necesitaba irme con la tranquilidad de que ella estaría bien.

—¿Acaso están locos? ¿Qué harían? ¿A dónde irían? ¿De qué vivirían?

—De esos detalles me encargare yo —le aseguró Alexander—. Por favor confíe en mí.

El labio de mi madre tembló, quería protestar pero no sabía cómo y prefirió quedarse callada, después de pensarlo un rato soltó un suspiro, se colocó de pie y nos miró.

—¿Para qué me preguntan a mí? Si ya ustedes están decididos —Alex y yo intercambiamos miradas—, solo les pido que tengan cuidado con lo que hacen, no hagan tonterías solo por el impulso de querer escapar, eso lo puedo esperar de  Larissa pero no de ti Alex —ese comentario me hizo colocar los ojos en blanco—. Les pido que lo piensen mejor.

Ya en la noche me encontraba en el baño del hogar de Alex analizando la situación, estaba asustada, asustada por el futuro y asustada por los planes de Alex ¿Qué planes tenia para vivir? De un momento a otro un golpeteo se escuchó haciéndome brincar.

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