Admiré sentada en el baño de la casa la prueba de embarazo que marcaba positiva, eso me hizo entrar en completo pánico, mis manos comenzaron a temblar y un fuerte dolor de cabeza se me formó, no quería un hijo de Aaron, no ahora... ni nunca "¿Segura qué es de Aaron?" mi corazón latió con más fuerza cuando esa pregunta se planteó en mi cerebro, ese día con Alexander no nos cuidamos, tomé la pastilla cuando tenía muy baja probabilidad de efecto y mi menstruación desapareció después de eso, apreté los ojos con fuerza y respiré profundamente evitando llorar.
—Por favor no...
Cuando Aaron llegó en la noche por alguna razón no me animé a decirle lo de mi probable embarazo, tenía que hacerme una prueba efectiva, una de sangre sería buena.
—Saldré con los muchachos más tarde —me habló sacándome de mis pensamientos.
—¿Llegarás a dormir esta vez? —pregunté mientras recogía los platos.
—No lo sé, creo que sí, no tengo mucho dinero.
Y esa era otra cosa, Aaron ahora nunca tenía dinero, por alguna razón apenas si le alcanzaba para las cosas de la casa, hasta el punto en que yo era la que tenía que comprar el mercado con mi dinero para poder comer, cosa que no me molestaba, pero sentía que algo sucedía aunque decidí no preguntarle nada e iniciar otra pelea, cuando se fue yo me quedé a solas en la casa gradecí a Dios porque lo necesitaba, estaba muy estresada por el embarazo y estaba rogando porque Aaron no llegara esta noche.
Estaba dormida, sé que estaba dormida pero mi cuerpo se movía involuntariamente por alguna razón, un ardor me obligó a despertarme y unos empujones me hacen abrir los ojos, pegué un grito y salí volando de la cama, me analicé y estaba desnuda, el ardor que sentía era en mi vagina, Aaron estaba penetrándome mientras estaba dormida.
—¡¿Qué crees que haces?! —le espeté.
Encendí la luz y lo vi, estaba tambaleándose y apenas si podía mantenerse en pie.
—Eres mi esposa... hace mucho no cumples con tu deber.
—¡¿Acaso estás loco?! ¡¿Cómo se te ocurre abusar de mí?!
—No estoy abusando de ti, eres mi esposa y te follo cuando quiera.
—¡No! ¡No así! —Grité mientras buscaba ropa—. ¡Yo no soy un pedazo de carne Aaron! ¡¿Cómo te atreves a tocarme mientras estoy inconsciente?!
—¡Basta ya Larissa! —Me agarró por los hombros—. ¡Eres mi esposa y debes cumplir con tu deber ya!
—¡Aléjate de mí! —Le exigí antes de patear sus pelotas y vestirme—. ¡No me vuelvas a tocar o te mato! ¿Escuchaste? ¡Te mato!
—¡Tú no serias capaz de levantarme un dedo! ¡Eres débil Larissa!
Corrió hacia mí y me agarró del cabello para tirar de mí hacia atrás, me arrojó a la cama y se colocó sobre mi cuerpo.
—¡No me toques te dije! —le grité mientras lo empujaba con mis pies.
—¡¿Por qué?!
—¡Porque estás borracho y me das asco!
Él se detuvo y se alejó de mí cara, me miró un segundo, sus ojos lucían frívolos y un poco sombríos.
—¿Tu propio esposo te da asco? —Escupió cada palabra—. ¿Quién eres y que hiciste con Larissa?
—Bájate de encima Aaron, no estoy bromeando.
Él se deslizó hacia un lado y se alejó de la cama, yo no perdí tiempo, me coloqué de pie y corrí hacia la sala, escuché como la puerta de la habitación se cerraba de un portazo y solo en ese momento me relajé.
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entre libros
Romance"Erase una vez una chica que se casó joven y después encontró al amor de su vida" Para La joven y recién casada Larissa Novak su vida había sido perfecta, se acababa de casar con su primer amor de secundaria y trabaja como bibliotecaria en su antig...