je volerai vers toi 💌 (Cole Mackenzie)

Prólogo

4 años antes.-

Termine de empacar mis cosas en las maletas mientras miraba con melancolía mi cuarto, realmente no quería abandonarlo, ni quería irme de esta isla.

-¿Sabes que podría secuestrarte para evitar que te vayas?-Me sobresalté al escuchar la voz a mis espaldas.

-Y tú sabes que no lo harías-Respondí.

-Emily le quitas la emoción al momento-Dijo Cole mientras me ayudaba a bajar mis maletas.

Pusimos las maletas en el carruaje que nos llevaría al Puerto de la Isla del Príncipe Edward para tomar el primer barco camino a España, después nos iríamos en tren hasta Paris.

Observe con atención mi casa, mi hogar, una parte de mi sabía que volvería, que esté siempre sería mi hogar, pero lamentablemente debido a una herencia que recibió mi padre, debemos mudarnos a Paris.

-Bueno querida, creo que es la despedida- Dijo la Tía Josephine mientras se acercaba a mi.

La abracé muy fuerte, la necesitaré demasiado cuando esté en Paris.

-La extrañare demasiado Tía Josephine-Dije al borde de las lágrimas.

-Oh mi querida Emily-Dijo mientras acariciaba mi cabello- La vida es corta y el mundo es grande, sé que volverás a este lugar y tomaremos el té con esas galletas que tanto te gustan.

Le sonreí, de verdad que no deseaba irme de mi hogar.

Me acerqué a Cole.

-Bueno mi fiel amigo, creo que esto es la despedida-Dije mientras él tomaba mis manos.

-¿Si sabes que te veré de nuevo?-Preguntó mientras no soltaba mi mano.

-Claro que te volveré a ver, y todo seguirá como estaba-Lo abracé con todas mis fuerzas, sentí como sollozaba muy despacio.

Escuchaba las voces de mi madre y la Tía Josephine de fondo casi como un susurro, la verdad es que nada a mi alrededor me importaba tanto como el muchacho que tenía en mis brazos.

-Te quiero, mucho no dudes de eso-Me dijo entre lágrimas, alzó mi rostro entre sus manos, para darme cuenta de que yo también estaba llorando.

-Y yo a ti, volveré te lo prometo, no te dejaré solo-Dije.

-Nunca lo harás realmente-Dijo con una sonrisa melancólica.

Subí al carruaje, pero no podía dejar de ver a mi gran amigo, mi fiel amigo que nunca me ha abandonado, 12 años de mi vida han sido a su lado, con sus travesuras.

Espero de todo corazón volver a verlo.