LXI

930 101 12
                                    

💌2 Dias después💌

-Ve querida, es tu turno de hablar-Dijo la tía Elena a mi lado.

Camine hacia la punta de la tumba donde yace mi madre muerta. Estamos en el funeral, donde están las gemelas, la señora James, amigas de mi madre acá en Paris cuyos nombres no puedo recordar bien, niños pequeños, niños de mi edad, Jonathan y amigos abogados de Jonathan.

-Es una lastima ver tantas caras tristes en un mismo lugar. Todos con ropa negra, oscura y triste en un mismo lugar. A mamá no le gustaban las cosas tristes, a mamá le gustaban las flores, la felicidad en otras personas, tanto que a veces se olvidaba de la de ella-Dije mientras miraba a todos ahí.

-Mi madre fue una persona de otro planeta, casi parecía un ángel a veces. Nunca la vi molesta realmente, siempre intentaba mantenerse positiva y feliz. A pesar de las adversidades, de los problemas, de las discusiones. Ella siempre intento ser feliz, solo espero que lo haya logrado. Me ha costado entenderlo, pero una persona cuando se muere no se va realmente, se muda a un lado de tu corazón, ahí se quedará por siempre. O eso es lo que decía mi mamá cuando alguien fallecía y me obligaba a ir al funeral-Mire a las gemelas, se ven tan tristes, como si les faltara algo.

-En un mundo de fantasía, hay muchos duendes feos y malos actos que nos perseguirán hasta el día en que nos vayamos. Mi madre era un ángel entre tanta maldad, entre tantas malas decisiones, entre acciones que nos marcaran para siempre, un acto, un movimiento y todo puede cambiar. Así como todo cambiará ahora que ya no estás mamá, te amare hoy y siempre-Terminé de hablar, con un nudo inmenso en la garganta que no me deja respirar. Baje de la punta de la tumba para volver al lado de mi tía Elena.

-Tranquila mi pequeña-Dijo mi tía Elena cuando llegue a su lado.

El funeral siguió, pero me quede hasta el final viendo como el cuerpo de mi mamá quedaba enterrado metros bajo tierra. Siento que ya no me quedan lagrimas que derramar, ya no queda nada que yo pueda hacer.

-¿Vas a estar acá todo el día?-Pregunto Jonathan acercándose.

-No quiero estar dentro de esa casa llena de tus amigos hipócritas que dirán que lamentan nuestra pérdida, hace ese espectáculo solo-Le respondí.

-Tienes que ir, es tu deber frente a tu madre-Respondió tomando mi brazo.

-¡Ya no tengo 7 años!-Dije soltándome de su agarre.

-Vas a ir y después hablaremos.

-Soy yo la que tiene que hablar contigo; pero por respeto a mi mamá no lo haré hoy.

Después de protestar volvimos a la casa, donde todos lo hipócritas amigos de Jonathan nos miraban con lastima y decían que se lamentaban por la muerte de mi mamá tal como dije que sucedería. El día pasó muy rápido que ni siquiera me di cuenta que ya era de noche.

-Vámonos pequeña-Dijo la tía Elena.

-Esta bien.

-Te tengo una sorpresa llegando a casa.

-¿Sorpresa?

A pesar de haber protestado todo el camino, la tía Elena no quiso decirme nada. Quizás cocino algo rico.

-Ya llegamos, ¿me dirás cuál es la sorpresa?-Pregunte entrando al hospedaje.

-Míralo por ti misma-Dijo la tía Elena sonriente.

Entre a la cocina para ver a George Baynard en la cocina, esperándome.

-¿Me extrañaste hija?-Pregunto sonriendo.

No pude articular ninguna palabra, simplemente me lancé a su brazos como una niña pequeña.

-¡Estas acá! ¿pero cómo?-Pregunte entre lágrimas por fin de felicidad.

-Digamos que Elena es muy persuasiva para lograr lo que quiere.

-Pero, ¿y Lissette y tus hijos?, ¿ellos saben esto?-Pregunte nerviosa, que miedo es que ellos no acepten lo que soy.

-Lissette y mis hijos están en casa esperando muy felices a su hermana mayor-Dijo George sonriendo-Claro que puedes seguir viviendo con tu tía Elena, creo que sería mejor ya que no hay muchas comodidades en casa.

-Lamentó aceptar esa propuesta, mi tía Elena me necesita pero me gustaría mucho vivir ahí cada fin de semana por medio.

-Lo que tú quieras estará bien mi niña. ¿Vienen del funeral no es así?-Pregunto mirándonos.

-Lamentablemente si, fue un espectáculo ver a tantos hombres abogados ahí, me sentí en un juicio-Dijo la tía Elena riendo.

-¿Te quedarás acá verdad?-Pregunte.

-Se quedará acá y nos iremos todos juntos después a Avonlea-Respondió la tía Elena.

-Ya puedes ver que tu tía no acepta un no por respuesta-Dijo George riendo.

-Mi pequeña merece estar con su papá.

-Que lindo sueña eso, papá-Dije sonriendo.

-Pues eso eres, mi hija y desde ahora nunca más nos vamos a separar. Aunque creo que mereces mi lado de la historia-Dijo mi papá.

-Prepararé algo de té-Dijo la tía Elena.

Nos sentamos en el comedor después de poner galletas y té.

-¿Quieres preguntar algo o prefieres que cuente todo primero?-Pregunto mi papá.

-Cuéntalo todo, preguntas después-Dije riendo.

-Muy bien, pues creo que debería empezar diciendo que me enamore de tu madre la primera vez que la vi. Luche años para poder estar con ella, pero tú abuelo me amenazo más de una vez con la escopeta-Dijo mi papá riendo.

-¿Una escopeta?-Pregunte.

-Mas de cinco veces me intento disparar. Pero puedes ver que acá sigo. La cosa es que siempre pusieron trabas entre nosotros, hasta que ella se embarazo, pensé que eso ayudaría. Pensé que no tendrían más remedio que aguantarse y que podríamos ser felices. Pero tus abuelos ya tenían planeado a Jonathan, él llegó un día y les pidió la mano de tú madre, acepto decir que el bebé que esperaba era de él. Invento toda una mentira con tal de quedarse con ella, tal vez si la amaba o sólo era una obsesión.

-¿Y cuando conociste a Lissette?-Pregunte.

-La conocí unos meses antes de que tú nacieras, ella intentó de todas las maneras hacerme feliz. Ella acepto muchas cosas de mi, mis pesadillas, mis defectos, mis virtudes. Ella acepto y amo tanto la parte buena como la parte mala de mi. Acepto también que tú existieras, en realidad fue de ella la idea de que exigiéramos tu tutoría, ella estaba dispuesta a criarte como una hija más. Así que decidí estar con ella, tener hijos con ella, enamorarme de ella. Olvide a tu madre pero aún le tengo mucho cariño por las cosas buenas que pasamos, además de darme la bella niña que me está mirando ahora-Dijo mi papá mirándome feliz.

-Mañana tenemos que ir a ver la tumba de mamá-Dije.

-¿Estás segura?

-Jonathan ya no puede hacerme nada y no permitiré que te haga algo a ti. Además que aún me queda una conversación pendiente.

je volerai vers toi 💌 (Cole Mackenzie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora