Be Mine ll Tony López y tú

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Los días se convirtieron en semanas y ya era hora de volver a LA.

─Te llevaré a casa─ me tomó de la mano, lo solté inmediatamente ─ ¿qué pasa?

Dirigí mi mirada a los reporteros que venían corriendo a nuestra dirección. 

─Señor López, todos hablan sobre el porque su esposa viaja a NY sin usted ¿Tiene algo que decir?─ Tony suspiró fastidiado.

─Ella tiene sus propios asuntos y yo los míos─ se portó bastante decente frente a las cámaras.

─¿Es por eso que viene con su asistente tomado de la mano?─ Una chica castaña fue lo suficientemente atrevida para hacer la pregunta. Él lucía molestó.

─Bueno señorita, antes de juzgar mis acciones como esta debería saber que la estaba ayudando con su equipaje. Venimos de una reunión importante, estamos cansados, estresados, no hemos comido. Sin que sea molestia para ustedes las preguntas terminan aquí ─ Se metió entre la gente y caminó rápidamente.

Lo seguí hasta la camioneta donde Scott nos esperaba.

El camino fue bastante silencioso, al llegar solo me despedí como normalmente lo hacía con alguien más. Subí hasta mi piso y Chris iba saliendo de su departamento.

─Tenemos que hablar─ Mencionó bastante serio

─Claro─ saqué mis llaves de la bolsa y lo invité a pasar─ adelante.

Él se sentó en el sofá y se cruzó de brazos.

─Hablé con Ellie hace unos días─soltó─ Ella no tiene novio.

Después de unos segundos recordé la mentira que le había dicho para salvarme de aquella situación cuando le dije que a Liam le caían mal todos.

─Oh...Tal vez terminaron─ volví a mentir con la esperanza de salvarme una vez más.

─_____ sabes que eso no es verdad...¿había alguien más cuidando a Liam contigo?

─Sí─ confesé─ Lo siento

─Bien ¿Por qué mentiste?─ Porque no quería que te enteraras de que te engaño con otra persona, pero igual no puedo decirte.

─No quería que te molestaras ─ sonreí

─Okay, no lo estoy sólo... no vuelvas a mentir

─Bien─ el resto del día no hicimos mucho, se fue temprano para que yo pudiera desempacar y así estar lista para ir a mi trabajo mañana.

Me asustó un poco que fuera a descubrir lo que en verdad pasaba. Le diría pero no ahora.

Al día siguiente salí un poco tarde de mi edificio, me quedé dormida. Mientras caminaba por las calles veía lo que me correspondía hacer el día de hoy. No era mucho comparado a otros días.

Al llegar a mi oficina comencé con mi trabajo, como todos los días.

─Buenos días___, te traje café─ habló Tony desde el otro lado de la puerta 

─Gracias─ lo tomé 

─Quería pedirte algo─ se recargó en el marco de la puerta

─Sí, dime─ me senté en mi silla y encendí la computadora.

─ Quisiera hacer una fiesta ... por mi cumpleaños y esas cosas, además siento que sería bueno distraernos un rato, no sé que pienses de eso pero me gustaría también que invitaras a todos nuestros socios locales y a nuestros empleados. Trata que el lugar sea por el centro de la ciudad y que sea grande.