Be Mine ll Tony López y tú

51

Volví con Sebastian al hotel, Elizabeth ya tenía sueño.

—Mami, me gusta mucho este lugar— toma mi cabello en sus manos

—¿El hotel? — rio

—¡No! La ciudad —Sonríe

—¿Qué te gusta de la ciudad? — Sale Sebastian secando su cabello.

—Ese señor que nos acompañó hoy— me abraza y miro a Sebastian.

—Es hora de dormir, corazón — beso su frente y la acuesto para que duerma.

—_____, ven un momento — él me habla, trago saliva.

Lo sigo hasta el pasillo y cierro la puerta.

—Dime — me cruzo de brazos.

—No puedes dejar que ella vea a Antonio López. — suena molesto

—Es su padre, tampoco puedo hacer nada. — reclamo

—Yo soy su padre. — me toma de los brazos — tú lo dijiste.

—Sebastian, siendo realistas, tú no me conocías antes de que ella estuviera.

—Pero estuve contigo años después. Te conozco más tiempo de lo que él lo hace y te he ayudado en todo. — sube su tono de voz

—Agradezco que lo hayas hecho, no sabes cuanto te quiero por eso, pero de verdad tú no eres el padre de Elizabeth. La niña lo sabrá algún día. — suspiro

—Ni siquiera me dice papá — mira hacia otro lugar.

—Porque no lo eres — pongo los ojos en blanco — Dejaré que conviva con Tony el tiempo que estemos aquí ¿ok? — me mira furioso

—Bien, nos vamos en la mañana. Recoge todo, llamaré al aeropuerto. —Saca su teléfono.

—¿Eres tan egoísta? ¿Harás eso? ¿Que te molesta? — le quito el móvil de la mano

—Es que... — camina molesto hacia el elevador. Lo sigo

—¿es que qué?! — me le pongo enfrente.

—Es que no quiero perderlas. — me quita del camino.

—¿Te estás escuchando? Ven aquí

—Nos iremos mañana, en la mañana — el elevador se cierra

Gruño y entro a la habitación.

No me iré con una persona que piensa así. Rápido recojo mis cosas y las de Elizabeth. La cargo en mis brazos intentando no despertarla.

Salgo a la calle y llamo a un taxi.

—Mami ¿a donde vamos? — pregunta aún adormilada

—¿Quieres ir a ver a Tony otra vez? — le sonrío.

(...)

Pago mi pasaje y salgo con mis cosas, frente a mi está su mansión. Espero que esté aquí.

Llamo a la puerta.

—Buenas noches, me gustaría saber si se encuentra el señor López. — hablo por la grabadora.

—Un momento por favor. — las puertas se abren.

Paso por el jardín hasta llegar a la puerta, veo como Tony corre hacia nosotras

—_____ ¿Estás bien? — tiene una cara de preocupación

—Sí, tranquilo. Vengo a pedirte un favor.— me ve con la niña en brazos