Capítulo 41 "Cara a Cara"

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-No fue gracias a dios señor, fue gracias a la doctora Lina y su dron médico, ellos me atendieron.

Las facciones del rostro de Bill cambiaron drásticamente, hace unos segundos lucia alegre y devoto hacia los estudiantes, pero la realidad es que era un fiel creyente del cristianismo, escuchar a una persona negar a su dios era suficiente como para causarle una pequeña molestia.

-Tenemos a los mejores doctores en Alpha, pero ni el mejor es competencia para dios mi pequeña, ¿No lo crees? –Preguntó Bill.

Astrid abrió la boca para responder, pero en ese instante sintió un leve pellizco de Yorkie en la parte del brazo, trataba de decirle que con el jefe no había que meterse.

-Sí, usted tiene razón en eso. –Respondió la joven mientras lo veía a los ojos.

-Venga, me da gusto escuchar eso, pero mi intención era decirle que existen más cosas que A.V.E. Mi empresa personal D.R.E.A. es la única que se encarga del gestionamiento del vuelo espacial, si quieren volar aquí, tienen que tener mi permiso, tengo algunos planes a futuro y escuchar a dos jóvenes hablar con ese entusiasmo me hace creer que pronto los tendré trabajando junto a mí.

-Aún falta mucho para eso señor, pero tenemos grandes aspiraciones. –Dijo Yorkie.

Después de las palabras de Yorkie un silencio incomodo hizo retroceder a Bill, no tenía más que decir, se podía ver en el rostro de Astrid la molestia tan marcada por su mera presencia, por otro lado, el joven de Alaska solo estaba mirándolo indiferente, pero para Bill seguir ahí sería una pérdida de tiempo.

-No les quito más tiempo jóvenes, solo estaba de paso, tengo muchas cosas que hacer, solo no olviden que existen más cosas que A.V.E. y muchos lo entenderán en un futuro. ¡Vayámonos Alpha! –Dijo Bill mientras se daba la vuelta para marcharse con un aire de desprecio hacia ellos.

-Me quedare un momento por aquí señor Bill, hay algo que tenía que hablar con estos jóvenes. –Respondió Alpha.

- ¡Como quieras! –Dijo Bill sin siquiera haber volteado la mirada, simplemente continuo su camino.

Después de esperar unos segundos a que Bill se marchase, Alpha tomo la mano de los jóvenes y los llevó a una sala natural en la colonia, estas salas eran similares a los parques en la tierra, había árboles, plantas, incluso la luz que tenían cerca provenía de postes iguales a los de la calle, tenían bombillas de color blanco y por ratos se podía escuchar algo de música clásica de manera muy sutil, el cantar de los pajarillos o la caída del agua en una cascada, mientras una bocina transmitía todos estos sonidos con la finalidad de crear un ambiente armónico en todo el lugar.

-Bien, aquí podremos hablar sin problemas. –Dijo Alpha.

-No conocía esta sala, ¿a dónde nos has traído Alpha? –Pregunto Astrid.

-Escuchen chicos, la verdad es que las cosas no están del todo bien, yo veo que son muy unidos y desde que hablamos Astrid he sentido que puedo confiar en ti, si tu confías en él entonces no importa que ambos me escuchen. –Dijo Alpha, mientras trataba de decirles algo, pero no estaba del todo segura si podía confiar en Yorkie.

-Yorkie fue mi primer amigo aquí, de entre todos él siempre me ha tratado bien, puedes confiar en él.

-No tengo el placer de conocerte, pero créeme que puedo guardar un secreto, yo estaré apoyándolas en todo. –Dijo Yorkie mientras intentaba convencer a Alpha de ser una persona confiable.

Alpha lo pensó unos segundos, pero al mismo tiempo sabía que no podía dudar siempre, de pronto en su mirada se activó una alarma, era el llamado de los directivos para una junta de emergencia, cuando los directivos de la colonia se reunían tenían que estar presentes todos, Alpha al ser un miembro activo debía estar en la junta, estas siempre se llevaban a cabo en la sala de André Kosak y solían hablarse temas de naturaleza urgente para haberla convocado tan repentina.

-Escuchen, no tengo tiempo que perder, tengo que irme lo antes posible, pero necesito decirles algo urgente. No confíen en Bill Davis, ese hombre solo está aquí por una razón y es porque él fue el primero en apropiarse del espacio técnicamente, tengan esta información, reproduzcan este audio en la habitación de alguno de ustedes y después elimínenlo, ahora se lo estoy mandando a tu dron Nico 17, confirma que lo has recibido. –Explicó Alpha con mucha rapidez, lucia muy agitada de pronto, no estaba bromeando para nada.

- ¿Nico 17, puedes confirmar de recibido? –Pregunto Astrid a su dron.

-Enlace establecido, transferencia de datos exitosa, vídeo titulado "secreto" ha sido recibido. –Dijo Nico 17.

- ¿Secreto? ¿Qué tiene que ver todo esto Alpha? –Pregunto Yorkie.

-No puedo estar aquí más tiempo, tengo una junta urgente con los directivos, ustedes escúchenlo, es muy importante, pero no hablen de esto con nadie. –Alpha no tardó ni un segundo más, después de esas palabras se retiró de la sala, dejando a los jóvenes solos.

-No entiendo nada, que se supone que está pasando Astrid...

-Ya la escuchaste, vayamos a mi habitación, escuchemos que dice ese tal audio.

Los jóvenes sabían que algo extraño estaba pasando, apenas era su segundo día de escuela, pero la actitud de Alpha los había confundido, ¿que significa todo esto? se preguntaban mientras caminaban para salir de la sala cuando escucharon unos pasos.

-Astrid dos personas se aproximan, un hombre y una mujer, pero aun no puedo escanear bien sus drones, parece que los tienen bloqueados, no puedo saber quiénes son. –Dijo Nico 17.

-Astrid ese es...

-¡Carter!. –Dijo la joven al ver como el canadiense se aproximaba con una mujer a su lado.

-Vaya día, después de tomarnos un tiempo para poder platicar resulta que aquí también hay una pareja. –Dijo Valenka, refiriéndose a Astrid y Yorkie.

-Son ustedes... Olvídalo Valenka, ellos están aquí, no tiene caso, llegaron antes.

-Nosotros ya nos íbamos Carter, pueden quedarse aquí. –Respondió Astrid.

-Un momento, entonces eres tú, la que hizo sentir mal a Carter, no sé lo que hayas echo, pero eres una tonta por hacerlo. –Dijo Valenka quien se ponía justo frente al camino de Astrid. Valenka Gusev era una mujer rusa que había crecido toda su vida en Siberia, tenía un carácter fuerte y poseía ese aspecto dominante de las mujeres rusas, media un metro con ochenta centímetros, que para Astrid era suficiente como para tener que alzar la mirada para poder observarla. La mujer parecía una súper modelo, era delgada, con una cintura envidiable, las piernas largas y tonificadas, la cabellera rubia como si se tratara de oro fino, su piel era clara como el agua y sus ojos verdes como el pasto.

Después de ese cruce de miradas tanto Yorkie como Carter sabían que esto no iba a terminar bien, el rostro de Astrid estaba comenzando a quedar marcado en el musculo pterigoideo que se ubicaba en la mandíbula y se marcaba cuando una persona apretaba con fuerza los dientes, los brazos de la joven se veían tensionados, las venas de sus manos comenzaban a marcarse y los puños los mantenía cerrados. Por su parte Valenka solo estaba parada frente a ella con ambas manos en la cadera y con su semblante firme y erguido, como si se tratara de un muro enorme.

-Astrid... -Susurro Yorkie quien se acercaba con miedo a la joven.

-Valenka... -Mencionó Carter mientras trataba de acercarse a la joven por detrás con mucha lentitud.

-Sabes, ni si quiera sé quién eres, pero no busques problemas en mí, no te lo recomiendo. –Dijo Astrid.

-A veces los problemas llegan niña, el carácter se define por lo que haces cuando los tienes en frente. –Respondió Valenka.

La saga de Alpha "Primigenio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora