La saga de Alpha "Primigenio"

Capítulo 18 "La nueva profesora"

- ¡Vaya! sí que me he visto mal, pero no quería parecer una tonta, solo que me muero de hambre y toda esa comida que está ahí, todos esos tontos solo se sentaron a esperar, soy la única que se dispuso a hacer algo.

Marja dispuso una gran sonrisa y se acercó lo suficiente a Astrid, haciéndola retroceder un poco. –Tienes razón. Solo estoy actuando como autoridad ante los otros estudiantes, pero la verdad es que de ser uno de ustedes habría hecho lo mismo, ahora para que ninguna de las dos parezca idiota haz lo que te diré.

- ¡Que! Entonces no está molesta...

- ¡No!, yo también me muero de hambre, pero la comida aquí viene empaquetada, solo tienes que oprimir uno de los códigos que puedes ver aquí en esta tableta y un robot inteligente te pasara el paquete con la comida... Por ejemplo, veamos, quiero una porción de 200 gr de frutos secos y 100 gramos de semillas de girasol, con una porción de 1Lt de agua pura. Esas tres cosas tienen tres códigos diferentes, colocas el primero, luego esperas unos segundos y colocas el segundo y así con el tercero, no tienes que pagar nada.

- ¡Wow!, es impresionante. –Dijo Astrid.

- ¡Mira!, ¡mira!, ahí viene el robot, a este lo llamo Vi. –Ríe. –¿Es espectacular no?, te deja las bolsas de comida y puedes irte a comer tranquilamente.

-Sí que lo es, la comida en porciones y el robot trayéndotela, es eficiente. –Interrumpió Yorkie.

- ¿Y tú quién eres querido? ¿De dónde saliste?

-Me llamo Yorkie, estuve parado aquí todo el tiempo, justo detrás suyo, soy amigo de Astrid. –Menciono mientras se sentía algo rechazado por la impactante mujer que tenía al frente.

-Yorkie y Astrid, bien jovencita, ya puedes pedir tus alimentos, los veo en clase cariños, no lleguen tarde. ¡Odio los retrasos! –Grito levemente Marja mientras se iba.

-Increíble, Alpha no deja de sorprenderme, tecnología y mujeres hermosas, pero lo mejor de todo es que es real y no una de mis fantasías eróticas...

- ¿Dijiste algo Yorkie?

- ¡No!, nada, nada. Ya estas pidiendo, yo también quiero pedir, te lo vas a gastar todo.

Después de pelear unos diez minutos por la tableta y ordenar cada quien sus desayunos, se sentaron a comer en una de las bancas, poco a poco otros estudiantes se acercaron para pedir su comida igual y poder desayunar, llevaban un buen rato sentados ahí, parecía que esperaban que la comida les cayera del cielo.

-Esto está muy bueno, la verdad...

-Es tan injusto que haya límite de pedidos por persona, quiero probar de todo y esto no me va a llenar. –Dijo Astrid con voz fuerte desde su mesa mientras peleaba con su poca comida.

-Tienes casi un kilo de fruta ahí y agua, ¿cuánto puedes comer? –Pregunto Yorkie sorprendido

-No preguntes, déjame comer si, además estoy en crecimiento. –Respondió Astrid mientras una pequeña explosión de furia comenzaba en su estómago.

-No me digas, si todavía te falta crecer eso se nota.

- ¿Me estás diciendo enana? Porque puedo contra tipos de tu tamaño Yorkie.

-Sí, lo que digas, tendré cuidado de no pisarte cuando camine a tu lado. –Ríe.

-Escúchame grandote yo puedo... -Amenazaba la joven hawaiana a su amigo mientras detrás suyo alguien se acercaba.