Astrid levanto la mirada para alcanzar los ojos del hombre, se quedaron viéndose fijamente por unos segundos hasta que su boca se despego sutilmente rompiendo el silencio.
- ¿Qué quieren? –Preguntó con una voz gruesa.
- ¡Queremos hablar contigo! –Respondió Astrid.
- ¡No! no queremos, ya nos vamos, disculpe señor. –Respondió Yorkie con agilidad. -¿Ya se fue Astrid, puedo abrir los ojos? –Hablo en voz baja para su compañera quien sabía que perfectamente se había escuchado todo lo que dijo.
-No lo hagas Yorkie, está desnudo. –Dijo Astrid.
- ¿Desnudo? Pero...
-Un segundo. –Interrumpió el hombre mientras se metía a su habitación y cerraba la puerta.
-Yorkie ya suéltame, y abre los ojos pareces un imbécil así, el tipo ya se metió a su habitación.
Yorkie la soltó y abrió los ojos, la puerta seguía cerrada y no se escuchaba nada por dentro, parecía que todo había salido bien, solo faltaba que se fueran de ahí.
- ¿Nos vamos ya?
-No, iré a la siguiente puerta, a lo mejor esta vez no sale un gigante, peludo y desnudo.
-Tu sí que eres obstinada, no entendiste que estos hombres están descansando, nadie de aquí se unirá a nosotros, es mejor irnos.
-Escúchame Yorkie, tu puedes irte si quieres, pero tener a un miembro del equipo que sea de este programa nos ayudaría bastante tengo que intentarlo al menos.
Yorkie estaba algo abrumado, sabía que no debían estar ahí, podía ponerse en el lugar de los estudiantes del programa y pensaba que lo único que podían hacer es intentar buscar otro miembro en alguna sección diferente, sin embargo, la mirada de Astrid lo decía todo, ella no se iba a ir sin un nuevo compañero en su equipo, lo único que el joven podía hacer era quedarse al lado de su amiga.
-Tú ganas, vamos a la siguiente puerta al menos sabemos que...
Los dos compañeros habían dado unos pasos hacia la habitación de al lado, pero en ese momento la puerta donde habían tocado se abrió y el hombre que habían visto antes salió con su uniforme puesto y una serenidad que se podía apreciar en todo su rostro.
- ¿A dónde van? Pueden pasar, si quieren hablar conmigo.
La mirada de la joven brillo brevemente al escuchar lo que dijo ese hombre, los dos pasaron a la habitación de aquel estudiante, no había sillas por lo que se sentaron en la alfombra, el hombre cerró la puerta y se sentó justo al frente de ellos, Yorkie estaba un poco nervioso estaban en la habitación de un desconocido sentados frente a él sin nada que pudiera protegerlos, había un poco de tensión en su ser hasta que volteo a mirar a Astrid quien tenía un resplandor de emoción en los ojos.
-Astrid... no te emociones. –Susurro Yorkie.
-Me presento, yo soy Astrid Lokelani de Hawái y él es mi amigo Yorkie, venimos con la intención de buscar un miembro para nuestro equipo que participara en las olimpiadas de Alpha.
- ¿tú de dónde eres? –Mencionó mientras señalaba a Yorkie con el dedo.
-Soy de Alaska, solo queremos buscar un nuevo compañero para el equipo, pero si no quieres unirte, solo dínoslo y nos iremos de inmediato...
El hombre no solo era físicamente intimidante, su aspecto parecía el de un militar bien entrenado y veterano de guerra, pero más allá de eso, desprendía una vibra algo sombría, extraña, como si fuera un ser vacío, no tenía mucha expresión en su rostro y sus facciones eran muy frías, parecía estar enojado e iracundo.
ESTÁS LEYENDO
La saga de Alpha "Primigenio"
Ciencia FicciónAlpha es la primera colonia espacial en el sistema solar. En el año 2230 dos grandes empresas una de Rusia y otra de USA consiguen crear lo que seria la primera escuela en el espacio. La historia comienza con Astrid como una estudiante que consigue...