advertencias: contenido homosexual. drama. fluff. fack. mención al cast de it y stranger things.
— Cariño, ¿por qué no te comes toda tu comida?
— No tengo hambre —respondí seco.
— Sigue de caprichoso, pensando que va a convencerme de mandarlo a esa escuela de niños ricos —respondió mi papá.
Yo sólo sonreí con suficiencia al escucharlo; había esperado todas las vacaciones para esto.
Bien, les cuento; luego del incidente en la ventana, después de haber visto al chico que vivía en la enorme casa del barrio, me puse a reflexionar más a fondo una decisión que yo ya había tomado y que no pensaba cambiar.
Decidí, luego de muchas noches de meditación, que yo era más de lo que mi padre pensaba y que iba a demostrarle que, con o sin su ayuda, yo iba a obtener lo que quería.
Días atrás, contacté a mi maestro de Física para que él mismo me ayudara a realizar el papeleo que me permitiría inscribirme en la BFS, y aceptó encantado a ayudarme. Le agradecí mil veces por toda la ayuda que me estaba brindando, y me complace contar que la transferencia había sido todo un éxito; así que para ese momento, sentado frente al rostro de mis dos progenitores, yo ya era un miembro oficial de una de las más grandes, caras y excelentes escuelas de Los Ángeles.
Qué orgullo me doy.
— En realidad, no —dije tranquilo—. Sólo no tengo hambre.
— Oh, vamos, Jack. Sé que es duro enfrentarse a la realidad a veces; pero ya vendrán más cosas, no vas a morirte por una escuela.
— Sí —acepté.
— Lamento que tus sueños se hayan frustrado —dijo mi madre con pena.
— Oh, no, mamá. Descuida —sonreí evitando soltar mi risita burlona—. En realidad, no tienes que lamentar nada. Mis sueños no se han frustrado en absoluto; pienso cumplirlos todos.
— ¿Por qué lo dices? —preguntó mi padre sin dejar de comer.
— Porque la próxima semana reanudo mis estudios, en la BFS —solté triunfante.
Mi padre se atoró con el pedazo de carne que había masticado; comenzó a toser escandalosamente y mi madre tuvo que darle un poco de agua para que se tranquilizara. Cuando su ataque de tos pasó, él me miró, incrédulo.
— ¿Cómo has dicho?
— Creo que me escuchaste a la perfección —me burlé.
— Y yo creí haber sido muy claro.
— Lo fuiste —acepté—. Jugaste muy sucio, padre. Y dejaste claro que tú no pagarías mis gastos; por eso voy a pagarlos yo.
— No puedes —se notaba sorprendido.
— Claro que puedo —me reí—. Tengo la ayuda de buenas personas, y ya están metidos mis trámites para solicitar una beca que, según el director de la BFS, muy seguramente me darán.
Un silencio sepulcral se formó en el comedor; yo me sentía tan satisfecho con las palabras que salían de mi boca, mientras mis ojos no se separaban del rostro conmocionado de mi padre.
— Jack, ¿cómo fue-- —mi padre interrumpió la frase de mi madre, gritando.
— ¡No pagaré nada! ¡Te lo dejé en claro!
Yo le sonreí con la arrogancia que lo caracterizaba.
— No te necesito —espeté—. Ya te dije que conseguiré una beca; la cantidad que ofrece es suficiente para pagar las cosas que necesite.
Había ganado; lo sabía por la manera en que mi padre respiraba desesperado, intentando encontrar algún argumento útil que lamentablemente no existía.
— Pero... —babuceaba.
—Tranquilo, papá —fingí un tono compasivo—. Sé que es duro enfrentarse a la realidad a veces, pero no vas a morirte por una escuela —cité sus propias palabras. Él me fulminó con la mirada y yo amplié un poco más mis labios—. Provecho.
Y sin más me levanté del comedor, yendo rumbo hasta mi habitación. Gritaba internamente porque por primera vez le había hecho frente a las injusticias de mi padre. Y lo mejor era que había ganado.
Las paredes y mi puerta cerrada amortiguaban los gritos histéricos de mi progenitor; el ruido me molestaba, así que decidí ponerme los audífonos y escuchar un poco de música.
Thunder de Imagine Dragons se reproducía, causándome una gran relajación. Cerré mis ojos un momento, disfrutando del triunfo que acababa de obtener y aún seguía disfrutando.
Varios minutos pasaron conmigo acostado escuchando música, que me quedé dormido.
Me desperté cuando sentí la presencia de alguien más en mi habitación, más bien... en mi cama.
Me removí incómodo, y mi vista enfocó la figura de mi madre encorvada a orillas de mi colchón. Cuando se dio cuenta que yo había despertado de mi siesta, me observó con una sonrisa triste.
— Mamá —la saludé incorporándome.
— Hola, mi amor —me respondió sosteniendo mi mano.
Ella se notaba triste, y a mí también me lastimaba verla así. Mamá era la persona más valiente y fuerte de todas las que conocía, y no merecía sentirse mal.
— Mami —llamé con cariño.
— ¿Sabes? Siento que te estoy fallando —me dijo con la cabeza gacha—. Nunca creí que precisamente tú, mi niño, ibas a tener que sufrir por el carácter de tu padre.
— Eso no es tu culpa.
— Lo sé, Jack. Siento que todo esto te hace mucho daño; pero aunque no lo creas tu padre nos ama —sonrió—. De alguna extraña y retorcida manera.
Ambos soltamos una leve carcajada.
— Gracias —le dije—. Espero que no te hayas molestado por haberme cambiado de escuela sin avisar.
— Tranquilo, tenías derecho. Además, si eso te hace feliz yo no podría oponerme. Prometo que te apoyaré en cualquier cosa que necesites y créeme que lo que esté en mis manos lo haré por ti, mi cielo —acarició mi cabello y después besó mi frente—. Te amo, pequeño Jack.
— También te amo, mami.
Thunder - Imagine Dragons :
gracias por leer 💗
ESTÁS LEYENDO
AMIGOS A LAS 10 ; fack
Hayran Kurgu𝐀𝐀𝐋𝟏𝟎 | Jack y Finn no se conocen. Ambos viven en mismo barrio, respiran el mismo aire y salen de sus casas a la misma hora para ir a la escuela. Sin embargo, Jack no sabe de la existencia de Finn, ni él de la de Jack, porque al salir uno toma...