capitulo 10

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Mamá Emily Harris esta frente a mí, no mami Emily, no ¡Mamá Emily! Una mujer algo controladora y dispuesta a matar a quien sea, está furiosa, no tanto por el engaño, no, sino porque Royce y yo decidimos dar un paso importante en nuestra vida sexual y no le dijimos nada, a mí por mi parte me daba vergüenza, siempre he tenido confianza con mi madre en todo, solo hay dos cosas que ella ignora de mí, mi relación con Alexei y que Royce había sido rudo, eso no se lo diré ni muerta.

Cuando la camioneta frena frente a la casa de Royce trago en seco, sobre todo cuando le veo el pequeño revolver asomarse en la pretina de su pantalón, me bajo junto con ella y toco con suavidad la puerta, cuando Royce aparece frente a nosotras mi madre lo empuja con fuerza y lo hace caer de espaldas.

—¡Mamá!¿Qué haces? ¡Déjame cerrar la puerta antes!

—Lo siento pequeña —colocó su pie sobre el pecho de Royce—. No estoy pensando bien en este momento.

—Señora Emily yo—

—Señora Harris para ti, muchacho.

—Si, si —se quedó sin aliento un momento cuando el zapato de mi mamá chocó contra su pecho—. Supongo que Elizabeth le contó lo que sucedió, señora Harris, de verdad lo lamento, no fue mi intención.

—Por supuesto que no fue tu intención —dijo ella como si nada—, nunca es su intención, escucha Royce, vengo en son de paz —El zapato de mi mamá choca contra su cuello—. Así que por tu bien y te lo digo desde ya, espero que te alejes de mi hija y de mi familia, me interesa una mierda si amas a mi hija, sobre mi cadáver volverás a tocarla o si quiera acercarte a ella, te lo advierto.

—No... no tenemos que llegar a este extremo.

—Solo quería ser clara —se alejó de él permitiéndole respirar—. Así que conserva tu distancia y todo estará bien.

—¿Y si no? —preguntó Royce colocándose de pie.

Mi mamá abrió la puerta y lo miro.

—Yo de ti no retaría mis advertencias —dio un paso afuera—. ¡Ah! Y que Dios y Dean Harris se apiaden de ti.

—¿A qué se refiere con eso, señora Harris? —Royce intentó acercarse.

Pero mi mamá no respondió, simplemente la seguí hasta el auto y tomamos carretera para ir a casa.

—Okay, debo admitir que eso fue muy genial —la elogie mientras me colocaba las gafas de sol.

—Nadie se mete con mi pequeña y anda por la vida como si nada —dijo ella acelerando el auto.

—Oye mamá tu ¿Has escuchado algo acerca del cartel del Este?

—no mi cielo, absolutamente nada.

—¿Nada de nada?

—¿Por qué? ¿Tú sí?

—Que quieren volver a salir o algo así.

—¿Quién te dijo eso?

—Creo que lo leí por ahí.

—Me parece que varios antiguos jefes quieren volver al negocio pero no se sabe, probablemente eso no pase.

—¿Probablemente? O sea que si sabes algo.

—Hace unos días llego un hombre, un jefe del cartel del sur a informarnos que un grupo de personas llegaron a una discoteca que ellos surten para hacer negocios, se presentaron como "el nuevo cartel del sur" y nos advirtió tener cuidado, tu padre no le creyó porque según Mark no son la gran cosa, son solo un grupejo que quiere reputación apropiándose de ese nombre, yo por mi parte tengo mis medidas.

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