Enlazada a ti

capítulo 41

El ambiente en el auto es pesado, me siento como una niña pequeña a la que llevan a un campamento solo para castigarla, papá va a mi lado conduciendo mientras Alexei y Royce libran una guerra fría en el asiento trasero, para empeorar la situación, Alexei decidió demostrar sus ínfulas de poder colocando su arma cuidadosamente sobre su pierna en dirección a Royce, cosa que lo tenía tenso.

—¿Cuánto falta? —preguntó Royce tratando de sonar calmado.

—Unos cinco minutos —contesté yo.

—¿Qué? ¿No sabes donde vive la abuela? —le preguntó Alexei en ese tono burlón que tanto lo caracterizaba.

—No, nunca fui invitado.

—No te hagas la victima por favor —lo reprendí—. Además si nunca te invitaron fue culpa de papa.

—¿Por qué diablos fue mi culpa? —preguntó papa tratando de acelerar.

—Porque sabes lo alcahueta que es la abuela a veces conmigo ¿O acaso lo vas a negar? Así que si quieres culpar a alguien por eso cúlpalo a él.

—Ya basta Elizabeth.

—Él fue quien comenzó.

Todos guardan silencio y yo lo agradezco, no estoy de humor para nada, ni para los celos de Alexei, ni para los berrinches de papá y mucho menos para los reclamos de Royce.

Cuando llegamos a casa de la abuela yo soy la primera en bajar del auto y correr hacia ella para abrazarla.

—Te los traje como pediste así que cumple tu promesa —habló papá detrás mío.

—Por supuesto Dean, sabes que soy una mujer de palabra.

—¿De qué promesa hablan? —pregunté yo mirando a Royce.

La abuela desvía la mirada y yo me fijo en papá, quien solo encoge los hombros y camina hasta su auto, Royce y Alexei ya han bajado sus maletas.

—¿De qué promesa hablan? —le insisto a la abuela mientras la persigo por la casa.

—Bueno pequeña, sabes mejor que nadie que un favor a tu padre no es del todo gratis —se excusó ella—. Así que esto es lo que pasará.

Espera a que los tres estemos reunidos frente a la escalera para hablar.

—Royce y Alexei dormirán en una habitación y tú en otra.

Alexei suelta un bufido.

—Ni muerto.

—¿Qué? ¿Te duele no dormir con Elizabeth? —le dijo Royce.

—Sí, me duele, me había acostumbrado a tenerla conmigo toda la noche.

—Pues acurrúcate con él y ya —bromeó el abuelo apareciendo desde la cocina.

—Abuelo no empieces tú también —le pedí recibiéndole un abrazo.

—Mi pequeña, si nosotros no iniciamos nada, culpa a tu padre de eso.

—¡En fin! Ustedes dormirán en el antiguo cuarto de Elizabeth y tú, princesa, dormirás en el antiguo cuarto de tus padres, enséñales el lugar, yo debo ir a hablar con Brenda acerca de tu matrimonio con Alexei.

—¿Acerca de su qué? —preguntó Royce de la nada.

—Oh si, nos vamos a casar en el gran cañón ¿No te lo dijeron? —lo empezó a molestar Alexei.

—Ella odia ese lugar.

—No odio ese lugar, me da vértigo que es diferente —lo corregí.

—¿En serio se van a casar?