Las balas de mi padre solo habían rozado la carne de Alexei, sabrá Dios donde habrán quedado incrustadas pero al menos no fue en su pierna, yo curo con cuidado cada herida y me dedico a cerrarlas mientras Alexei hace caras llenas de dolor y esta solo un poco pálido.
—Al menos esto valdrá la pena, puedo dormir cómodo al lado de mi princesa —murmuró él con una sonrisa.
—¿Desde cuándo tan cursi? —le pregunté antes de cubrir la herida de su pantorrilla.
—Tienes razón ¿Cómo prefieres que actúe contigo?
—Como una persona normal.
—Está bien, te llamaré preciosa y tú me llamarás... ¿Segura que no te gusta "papi"?
—No —sentencié.
—¿Y qué te parece "amorcito"? eso suena lindo.
—Prefiero llamarte por tu nombre, además ¿Para qué te esfuerzas en parecer un romántico? Tú no eres así.
—Eso es lo que los novios hacen ¿No?
—¿Novios?
—¿Acaso no quieres ser mi novia?
—Pregúntamelo bien —crucé mis brazos.
Alexei coloca los ojos en blanco, se inclina hacia adelante hasta que acerca su rostro al mío.
—Te he cogido de todas muchas maneras que se me ha permitido, te he contado secretos íntimos y le recibí dos balas a tu padre ¿Acaso es necesario pedírtelo?
—Si.
—No me hagas decirlo —empezó a negar con la cabeza.
—O lo dices, o tu princesita dormirá en otra habitación esta noche.
—Está bien —puso los ojos en blanco nuevamente y se impulsó hacia adelante para colocarse de pie—. Levántate, no puedo hacer fuerza.
Yo aparto todo lo que esta encima mío para colocarme de pie y abrazarlo.
—Elizabeth Harris.
—¿Sí?
—¿Quieres ser mi chica?
—¿Y qué beneficio obtendré con eso?
—Muchos besos, una que otra discusión por una estupidez, mucho sexo y toda mi disposición para hacerte feliz.
—Suena muy bueno para ser verdad.
—Hacerlo bueno solo dependerá de nosotros.
Me pego más a su cuerpo y le doy un beso, Alexei sostiene su peso sobre la silla y con la otra me agarra del cabello.
—Maldita sea, ya me pusiste caliente —murmuró con una sonrisa.
—Ni se te ocurra, esta casa está más vigilada de lo que te imaginas.
—Créeme, puedo imaginármelo.
Alexei se quedó en la cama descansando mientras yo me encuentro frente a la habitación de Ethan, desde que tuvimos esa pelea no volví a hablar con él y debo arreglar esa situación.
—Hermano ¿Podemos hablar?
—¿Hablar? ¿De qué? —me espetó de mala manera.
—Arreglar las cosas Ethan, somos hermanos y debemos estar unidos como familia.
La puerta se abre del todo, Ethan se ve algo ojeroso ¿Desde hace cuánto no duerme bien? Entro a la habitación y él rápidamente cierra la puerta.
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Enlazada a ti
RandomMuchas cosas pasaron en la vida de Elizabeth Harris después de que sus padres decidieron cambiar su vida y alejarse de las balas y los enemigos, sólo la felicidad la rodeaba hasta que una noche el pasado decidió hacer su aparición y cambiarlo todo...